La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff,  cuya gestión enfrenta críticas por el lento crecimiento del PIB y alta  inflación del país, aseguró el miércoles que cambiará su equipo económico si es  reelegida en los comicios de octubre.

"Obviamente, nuevo gobierno y, necesariamente, actualización de las  políticas y de los equipos", dijo a la prensa durante una visita a Belo  Horizonte, capital del estado de Minas Gerais.

Es la primera vez que Rousseff hace referencia a un cambio en su equipo  económico. Brasil, la séptima economía mundial, entró en recesión técnica tras  registrar dos trimestres consecutivos de contracción del PIB.

El mercado espera una expansión de la economía de apenas 0,52% para el  2014, según un último sondeo del Banco Central. Se trata de su cuarto año  consecutivo de moderado crecimiento. Tras un alza espectacular de 7,5% del PIB  en 2010, Brasil creció 2,7% en 2011, 1% en 2012 y 2,5% en 2013.

Mientras tanto, la inflación a 12 meses hasta julio acumula 6,5%, en el  límite de la meta oficial. 

La principal rival de Rousseff en las presidenciales de octubre, la  ecologista Marina Silva, que se postula por el Partido Socialista Brasileño (PSB), había acusado a la mandataria de no admitir sus errores y no cumplir con su promesa de conducir el  país al crecimiento.

Silva se ha convertido en una amenaza para la reelección de Rousseff. Según  el sondeo de la encuestadora Ibope difundido este miércoles, la mandataria  tiene 37% de las intenciones de voto, contra 33% de Silva, para un primer turno  electoral. En segunda vuelta, la ecologista vencería a la mandataria 46% a 39%.

La campaña de Rousseff ha enfatizado el frágil apoyo político con que  contaría Silva en el Congreso si resultase elegida, y el PT la comparó a  presidentes brasileños que llegaron al poder con partidos pequeños y que  tuvieron que dejar el cargo anticipadamente, como Fernando Collor de Mello  (1990-92).

Silva respondió en una entrevista que Rousseff ha desatado una campaña del  miedo contra su candidatura.