"Brasil no va a temblar por la corrupción", dijo este domingo en Brisbane la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, quien destacó que la diferencia de los escándalos que salpican a la empresa estatal Petrobras es que se está investigando.

"La gran diferencia de esta cuestión es que está saliendo a la luz del sol", dijo Rousseff en una conferencia de prensa durante su participación en la cumbre del G20, que se ha centrado en la necesidad de que la economía crezca para crear empleo.

La presidenta considera que el caso de Petrobras es el "primer escándalo" que se está investigando y va a "cambiar para siempre" la relación de la sociedad con el Estado y con las empresas privadas.

La policía brasileña completó el sábado la primera jornada de interrogatorios a una veintena de personas detenidas la víspera en una operación de lucha contra la corrupción y el lavado de dinero en el seno del gigante petrolero Petrobras, la empresa más grande del país.