La candidata oficialista a la presidencia de Brasil, Dilma Rousseff, afirmó que, en caso de ser electa, mañana, contará con el consejo y el apoyo del Presidente Luiz Lula da Silva, su mentor político, aunque negó la posibilidad de que el ex sindicalista ocupe un cargo.

"El Presidente Lula siempre será una persona con la cual voy a contar siempre. Tengo una inmensa confianza política y personal. Siempre que pueda conversaré con el. Tendré una relación muy íntima y muy fuerte. Nadie en este país me separará del Presidente Lula", dijo Rousseff en Belo Horizonte.

La candidata, favorita en las encuestas frente al opositor José Serra, negó la posibilidad de que Lula ocupe lugar dentro de su posible gabinete, durante una caravana por Belo Horizonte, su ciudad natal.

La popularidad superior al 80% de Lula es el principal envión político de Rousseff, ex ministra de Minas y Energía y ex jefa de ministros, en la campaña para el balotaje de mañana.

La candidata dijo que promoverá el diálogo con partidos de la oposición "en forma republicana".

"Yo tengo una coalición y voy a gobernar en línea con mi coalición, pero para todos los brasileños, sin hacer  discriminación de partidos, con un diálogo republicano, transparente y correcto", dijo.

Rousseff, de 63 años, dijo que no guarda "rencor" por la campaña realizada en su contra por sectores ultraconservadores de la oposición.

"Fue una campaña dura, con calumnias, tanto por Internet como  a través de marketing telefónico y panfletos. Quiero decir que  no guardo rencor porque cuando se guarda rencor se carga un peso  en el alma que no tiene aquella generosidad que es necesaria para vivir", dijo la economista.