La situación resulta ilógica: el domingo pasado, en un partido de la Unión de Rugby de Tucumán, en Argentina, un jugador sufrió la amputación de la punta de un dedo de la mano izquierda por una mordida de un rival.
El rugbier fue identificado Daniel Contreras, un forward de 39 años que juega por Corsarios. El bochornoso incidente ocurrió en el partido del fin de semana pasado, frente a Aguará Gauzú. Allí sufrió la mordida de un rival, dándose cuenta que le faltaba un pedazo del dedo tras un ruck.
"La Unión de Rugby de Tucumán repudia enérgicamente la agresión que sufrió un jugador del club Corsarios en el partido de Primera ante Aguará Guazú por el Torneo Regional Desarrollo", anunció el ente organizador en u comunicado.
"Hechos como este no tienen ninguna relación con el espíritu y los valores que pregona nuestro deporte, por esa razón, afirmamos que no pueden existir y que deben ser erradicados", agregaron en el comunicado. Es muy probable que el culpable de este acto no vuelva nunca más a jugar rugby oficialmente.
Contreras recuperó el trozo de dedo la cancha, pero los médicos le explicaron que no podían injertarlo porque estuvo en la tierra y podría tener bacterias.
"No sé si podré volver a jugar o no, pero prefiero no verlo por ese lado, porque me voy a poner mal", comentó el forward al sitio argentino Todo Noticias, quien espera recuperarse en tres meses para poder volver a trabajar.