La selección inglesa aspira desde hoy a convertirse en el sexto equipo en defender con éxito el Grand Slam (sólo victorias en el torneo) y levantar su vigésimo octavo título en la 123ª edición del torneo Seis Naciones, el más tradicional del mundo.
El claro favoritismo se basa en el trabajo del coach australiano Eddie Jones, quien mantiene invicto al XV del Rosa en 14 partidos (su mejor racha desde 2003), se ha visto mermado en las últimas semanas por las lesiones de Chris Robshaw, Joe Marler, Anthony Watson, Manu Tuilagi, y Mako y Billy Vunipola, quienes se perderán, en principio, la totalidad del certamen.
Su rival más fuerte debería ser Irlanda, que llega cargada de moral tras derrotar a Nueva Zelanda 40-29 en los test matches de noviembre. Los de Joe Schmidt cayeron más tarde ante los All Blacks (21-9), pero se repusieron derrotando a Australia, por 27-24. Y también sumaron un triunfo ante Sudáfrica, en su primer año exitoso contra los tres grandes del sur.
Gales, segunda el pasado año, llega a la cita después de perder con estrépito ante los Wallabies (8-32) y pasar más apuros de los previstos para deshacerse de Japón (33-30).
Del resto, Escocia tendrá la ventaja de jugar tres partidos en su casa de Murrayfield y un espíritu ofensivo, mientras que Francia vive la transición con Guy Novès, que disputará sólo dos de las cinco jornadas en el Stade de France y que en noviembre perdió ante All Blacks y Wallabies (aunque con cierta estrechez), se mantiene en un segundo plano, mientras que Italia, aunque sorprendió recientemente a Sudáfrica (20-18), librará su particular batalla para evitar la 'cuchara de madera', el 'premio' que se otorga al equipo que pierde sus cinco partidos.
La principal novedad reglamentaria, en tanto, será la puntuación: hasta ahora se otorgaban dos puntos por victoria y uno por empate, que pasarán a ser cuatro puntos por triunfo y dos por igualdad, el mismo sistema que en la fase grupal de los Mundiales.