Rumania y Serbia sellaron hoy un acuerdo sobre el respeto de las minorías étnicas. La iniciativa debería eliminar las últimas reticencias del Gobierno rumano para conceder a Belgrado el estatus de candidato a la adhesión a la Unión Europea (UE). Según fuentes diplomáticas, los embajadores de los dos países han firmado un pacto en el que se comprometerían a que haya una supervisión reforzada de los derechos de la minoría valaca de origen rumano que vive en el país.

Las fuentes enfatizarón hoy que Bruselas, donde se encuentra el consejo de la Unión Europea, sigue la situación de los derechos de las minorías en Serbia, en el marco de sus informes sobre el país de cara a una futura adhesión a la UE, pero no descartaron el hecho de asignar una mayor importancia  al asunto.

Por otra parte, la situación de los valacos ha llevado en los últimos días a Rumania a plantear trabas a la concesión a Serbia del estatus de candidato a unirse a la UE, algo que apoya el resto de países.  El acuerdo entre las dos partes debería levantar cualquier tipo de reserva rumana.

En cualquier caso, distintas fuentes diplomáticas ya daban por hecho previamente que los jefes de Estado y de Gobierno de la UE darán hoy su luz verde a la incorporación de Serbia.

El gobierno de Belgrado solicitó su incoporporación a la Unión Europea en diciembre de 2009 y  dos años después, se analizará si se acepta su ingreso como candidato oficial, una situación en la que ya se encuentran otros países de los Balcanes como Croacia -que ingresará el próximo año-, Montenegro y Macedonia, además de Turquía e Islandia.

Paralelamente,  la comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo (PE) ha urgido hoy a los Estados miembros a conceder a Serbia el estatuto de país candidato a la adhesión, un paso que los ministros de los Veintisiete tienen previsto formalizar entre hoy y mañana en la cumbre que se celebra en Bruselas. Los eurodiputados piden que se abran "lo antes posible" las negociaciones "a condición de que Belgrado siga adelante con sus reformas".