El físico Rush Holt es, en la actualidad, director ejecutivo de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia (AAAS, por su sigla en inglés) y, desde esa vitrina, fue convocado por el Congreso del Futuro para participar en la charla "Ciencia y sociedad" que se llevó a cabo ayer en el Salón de Honor del ex Congreso.
¿Qué opina sobre la forma en que el presidente Trump está llevando a cabo las políticas sobre ciencia y tecnología en Estados Unidos?
Creo que el Presidente Trump, al igual que mucha gente, no tiene una apreciación positiva del pensamiento basado en evidencia, lo que es un error. Claro, él puede decir cualquier cosa, porque no está atado a lo que los estudios nos dicen sobre el mundo que nos rodea.
¿Cree que eso es peligroso?
¡Por supuesto! Sin duda, la política científica de Donald Trump es peligrosa.
En este sentido, ¿qué opina sobre movimientos que en la actualidad rechazan verdades científicamente comprobadas, como el cambio climático o la vacunación?
El problema va mucho más allá de estos temas, el problema es que la creencia en la idea de la evidencia y el proceso de la ciencia se ha dormido, entonces muchos gobiernos no tienen departamentos de ciencia, no tienen consejeros científicos como mano derecha de los presidentes. Las políticas no se están haciendo bien. Con eso deberíamos empezar, con un mejor entendimiento de como son realmente las cosas, y la ciencia es el camino para un entendimiento adecuado de este tema. Si lo piensas, es una pregunta filosófica más que tecnológica.
¿Cuáles son los desafíos que enfrenta la ciencia de cara al futuro?
En AAAS -una organización internacional de 170 años de edad- nuestra misión es utilizar la ciencia para beneficiar a la gente, entonces a menudo nos preguntamos ¿qué es lo que la ciencia necesita de la sociedad? Pues bien, se necesita libertad de viaje para los científicos, libre intercambio de ideas y todas esas cosas que son muy necesarias para la ciencia. Pero también nos preguntamos ¿qué es lo que necesita la sociedad de la ciencia? Yo argumentaría que incluso más que los avances en biomedicina, en geología, en ciencias del conocimiento, en ciencias sociales, etcétera, la sociedad necesita la lección de la ciencia en sí misma.
Ingredientes científicos
El político afirma que la contribución más importante de la ciencia en los pasados 500 años ha sido la noción de la importancia de la observación, los experimentos y la recolección de evidencia para obtener conocimiento confiable sobre cómo funciona el mundo. "Este es el ingrediente más valioso para la civilización, y hoy en día la gente parece haber olvidado eso. Entonces, en un tiempo en el que hay desinformación alguna gente niega el calentamiento global, algunos no creen que las ciencias de la conducta pueden mejorar la educación, otros no creen en que las vacunas sean necesarias para los niños del mundo", dice.
Entonces, ¿cuál es el problema más urgente de resolver?
Me parece que hoy se trata de entender cómo empoderar a la gente, así como también enseñar a quienes toman las decisiones a pensar como científicos. No tienen que ser científicos, no tienen que usar delantales, no tienen que entender necesariamente fórmulas matemáticas, pero sí deben entender que la evidencia científica es la mejor base para mejorar el bienestar humano. Ese es el desafío que tenemos por delante.