Rusia acusó este martes a los países occidentales que le impusieron nuevas sanciones de resucitar la política de la "Cortina de Hierro" y de llevar a Ucrania, en el centro de la disputa, a "un callejón sin salida".

"Rechazamos las sanciones" dijo el ministro ruso de Relaciones Exteriores Serguei Lavrov, de visita en La Habana.

"En particular aquellas" adoptadas "por Estados Unidos y la Unión Europea en contra de todo sentido común respecto a los sucesos en Ucrania", agregó  Lavrov en medio de una guerra de declaraciones entre rusos y estadounidenses.

Rusia acusó incluso a Estados Unidos de poner en peligro a sus astronautas en la Estación Espacial Internacional (ISS).

"Si las sanciones se proponen asestar un golpe al sector de la fabricación  de lanzadores" los estadounidenses exponen "indirectamente a sus astronautas de  la ISS", dijo Dimitri Rogozin, vice primer ministro ruso.

"TERRORISMO"

Por su parte, la embajada de Estados Unidos en Kiev calificó de "terrorismo" el secuestro de los observadores de la OSCE por parte de los separatistas ucranianos favorables a Rusia.

"Se trata de terrorismo pura y simplemente", dijo un comunicado de la embajada al referirse a la situación en el este de Ucrania, donde el martes unos 3.000 manifestantes favorables a Rusia ocuparon un edificio de la  administración regional en Lugansk.

Los locales de los servicios de seguridad de Lugansk, ciudad de 465.000  habitantes, capital de la región del mismo nombre, ya estaban ocupados desde principios de abril.

"CORTINA DE HIERRO"

El viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Riabkov, dijo que  las sanciones representaban "la vuelta al sistema (...) del Telón de Acero  [también llamado Cortina de Hierro], cortando el suministro de alta tecnología  a la URSS y a otros países".

"Es una política absolutamente contraproducente" que "lleva a un callejón  sin salida la situación en Ucrania", dijo por su lado otro viceministro ruso de Exteriores.

La expresión Cortina de Hierro fue utilizada por los occidentales durante la Guerra Fría para denunciar la separación entre el este y el oeste de Europa  instaurada por la Unión Soviética después del fin de la Segunda Guerra Mundial.