Rusia advirtió hoy que Georgia aumentó su número soldados de 4.000 a 36.000, tan sólo un día después de la publicación de un informe que acusa a ambos países de haber violado el derecho internacional con sus ataques de agosto de 2008.

El subjefe del Estado Mayor, Anatoli Nogovizin, aseguró a la agencia Interfax que desde la guerra que hace un año enfrentó a los dos países, Georgia ha aumentado su contigente militar de 4.000 a 36.000 soldados.

Nogovizin acusó a Georgia de desestabilizar la situación en la zona con sus continuas provocaciones y volvió a advertir a Occidente que no proporcione nuevo armamento al país caucásico. Moscú cree que Georgia sigue planeando la reconquista de las regiones de Osetia del Sur y Abjazia.

Por su parte, el Presidente georgiano, Mijail Saakashvili, explicó que su país únicamente pretende aumentar sus capacidades de defensa.

El miércoles, un informe independiente encargado por la Unión Europea determinó que Georgia violó el derecho internacional al atacar a los separatistas de Osetia del Sur, pero estableció que también Rusia inclumplió la ley al responder a ese ataque invadiendo Georgia. Tras la publicación del informe, Rusia y Georgia volvieron a culparse mutuamente del derramamiento de sangre.

Por otro lado, el Consejo de Europa decidió hoy en no sancionar a Rusia por su falta de disposición para solucionar el conflicto con Georgia. Los parlamentarios de la institución votaron hoy en Estrasburgo en contra de retirar el derecho de voto a los 18 representantes de Rusia.

Los parlamentarios de los 47 países que componen el Consejo pidieron a Rusia que retire el reconocimiento de Osetia del Sur y Abzajia como países independientes.

Le reclamaron también que permitan la entrada de observadores internacionales en la zona sin restricciones y pidieron que se realicen "investigaciones creíbles" sobre supuestas limpiezas étnicas iniciadas por tropas surosetas relacionadas con Rusia.

Sin embargo, renunciaron a sancionar a los representantes rusos para no dañar el diálogo con Moscú, a quien se quiere forzar a cumplir con sus obligaciones.