La Marina rusa detuvo hoy a ocho supuestos secuestradores del carguero finlandés "Arctic Sea", informó hoy el ministro de Defensa ruso, Anatoli Zerdiukov, en Moscú, citado por la agencia de noticias Itar-Tass.
La Flota del Mar Negro rusa liberó este lunes a los 15 miembros de la tripulación rusa del barco desaparecido en extrañas condiciones, tras ubicarlo ante la costa oeste africana, cerca de Cabo Verde.
Según la información, los supuestos secuestradores proceden de Rusia, Letonia y Estonia. El objetivo del asalto, sin embargo, sigue sin aclarar.
Los medios señalaron que pretendían pedir rescate y dijeron que los secuestradores se presentaron como policías antidroga. También se dijo que tras doce horas se marcharon sin botín. En el misterioso caso, numerosas preguntas siguen sin responder. La finlandesa Solchart Management, dueña del barco, negó al portal Life.ru que los piratas pidieran rescate y aseguró que no pagó nada. El barco, añadió, resultó dañado y le costará mucho salir de aguas africanas.
El Ministerio de Defensa ruso cree que el barco fue tomado ya el 24 de julio. Los secuestradores se acercaron en una embarcación inflable a la fragata y con el pretexto de pedir ayuda, informó el ministro al presidente ruso, Dmitri Medvedev.
Tras el secuestro, todos los utensilios de navegación fueron apagados, añadió el ministro, lo que explicaría la falta de contacto y el misterio surgido durante semanas en torno a la localización del barco.
Unos 20 países buscaron en los últimos días el barco de bandera maltesa desaparecido, que debía llevar madera por más de un millón de euros de Finlandia a Argelia.
Desde hace días, se especulaba con que el barco había caído en manos de piratas, se había hundido o estaba camino de África con una carga secreta, presumiblemente de armas. El último contacto por radio se había producido el 28 de julio con la guardia costera británica cuando atravesó el Canal de la Mancha.
Mientras, familiares de los marineros rescatados y el sindicato ruso de marineros denunciaron hoy que los servicios secretos rusos no les permitieron el contacto personal con sus parientes. "Sólo me enteré de la liberación por las noticias", contó Jelena Sarezkaya, la esposa del capitán del barco, Serguei Sarezki, que aseguró que aún no sabe dónde está su marido. El sindicato exigió que los lleven a casa.
La policía finlandesa no confirmó aún las detenciones, pero el portavoz policial Rabbe von Hertzen dijo a dpa en Helsinki que la colaboración internacional en el misterioso caso fue muy buena. Los finlandeses no participaron en el interrogatorio de los marineros, que en gran parte quedó en manos de Rusia.
Además, el embajador ruso en la OTAN, Dmitri Rogozin, admitió que difundió intencionadamente información falsa para no poner en peligro la seguridad de la tripulación.
La fiscalía general rusa anunció que los piratas podrían enfrentar una condena de 20 años de prisión.