El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, denunció hoy ante la ONU las injerencias de Estados Unidos y sus socios de la OTAN en terceros países y los acusó de revivir "el arcaico pensamiento de bloques".
Lavrov criticó a los países de Occidente por presentarse como defensores de la democracia, la legalidad y los derechos humanos y, a la vez, "actuar desde posiciones totalmente opuestas en la escena internacional", violando la "soberanía" de los Estados y "tratando de decidir por todos los demás lo que es bueno o malo".
"Washington ha declarado abiertamente su derecho al uso unilateral de la fuerza en cualquier sitio para defender sus intereses. La injerencia militar se ha convertido en norma, incluso a pesar del funesto resultado de todas las operaciones de fuerza que EE.UU. ha llevado a cabo en los últimos años", lamentó.
El ministro ruso denunció, en ese sentido, "la vuelta del arcaico pensamiento de bloques basado en una disciplina de ejercicio militar y una equivocada lógica de amigos o enemigos".
Lavrov aseguró que Ucrania ha sido "víctima de esa política arrogante" y acusó a EE.UU. y la Unión Europea (UE) de tratar de "expandir el área geopolítica bajo su control sin tener en cuenta el equilibrio de los intereses legítimos de todos los pueblos de Europa".
El representante ruso lamentó que Washington y Bruselas apoyasen el "golpe de Estado" que apartó del poder al presidente ucraniano Viktor Yanukóvich y aseguró que los ataques contra los derechos de parte de la población cometidos por las autoridades que se instalaron en Kiev fueron los que llevaron a la población de Crimea a optar por la "autodeterminación".
Rusia, a quien Occidente ha acusado repetidamente de respaldar a los separatistas del este de Ucrania, subrayó hoy ante la Asamblea General de la ONU que su prioridad es "restaurar la paz" en el país vecino.
Según Lavrov, la solución al conflicto está al alcance, siempre que se deje de apoyar los intentos de Kiev por "llevar al pueblo ucraniano al abismo de la catástrofe nacional".
Además de Ucrania, el ministro ruso se refirió a la necesidad de combatir el avance de los grupos yihadistas en Oriente Medio, pero subrayó que es fundamental hacerlo respetando la legalidad y, por tanto, en cooperación con los gobiernos afectados, como Siria.
Lavrov recalcó que Rusia ha combatido desde el primer momento a los extremistas y por ello ha dado apoyo militar a países como Siria y otros países de la región.
Además, en una nueva crítica a Occidente, recordó que Moscú siempre advirtió ante la "tentación de aliarse casi con cualquiera que se proclamase enemigo de (el presidente sirio) Bachar al Asad: ya fuese Al Qaeda, el Frente al Nusra y otros compañeros de viaje en la búsqueda de un cambio de régimen, incluido el Estado Islámico".