El gobierno de Rusia iniciará una demanda por lo que considera un genocidio de la población rusoparlante del este de Ucrania en el marco de la guerra entre separatistas y nacionalistas del país vecino, informaron hoy fuentes oficiales de Moscú.
Desde que el gobierno ucraniano lanzó su operación "antiterrorista" contra las filas separatistas prorrusas en el este del país, los políticos y miembros del Ejército han dado la orden de "eliminar completamente a los ciudadanos rusoparlantes" en las regiones de Donetsk y Luhansk, aseguró este lunes un portavoz en Moscú, Vladimir Markin.
La fuente, que no precisó contra quién estará dirigida la demanda formalmente, indicó que más de 300.000 personas han huido hacia Rusia y que las presuntas órdenes emitidas por el gobierno de Ucrania violan el derecho ruso y el derecho internacional.
El vocero señaló que en el conflicto entre separatistas y el gobierno central de Kiev murieron al menos 2.500 combatientes prorrusos, además de haberse destruido unas 500 viviendas.
Según cifras de Naciones Unidas, el conflicto en el este de Ucrania, que estalló en abril, ya ha dejado más de 3.500 muertos. El Ejército de Ucrania y los separatistas se culpan mutuamente de la muerte de civiles.
ZONA DESMILITARIZADA
En tanto, la creación de una zona desmilitarizada en el este de Ucrania se llevó a cabo este lunes en un contexto de sangrientos combates, que dejaron el mayor balance de muertos desde la instauración de un tregua a principios de septiembre: cuatro civiles y nueve soldados.
Más de una semana después del cierre de un acuerdo en Minsk entre las partes en conflicto, la paz sigue sin llegar a las regiones separatistas de Donetsk y Luhansk.
"Nueve soldados murieron y 27 resultaron heridos" en las últimas 24 horas, indicó el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa, Andri Lysenko.
"Los rebeldes intentaron una vez más tomar el aeropuerto de Donetsk" el domingo, dijo Lysenko. "Uno de nuestros vehículos blindados de transporte fue alcanzado, y nuestros paracaidistas sufrieron pérdidas", agregó.
Los disparos de artillería mataron a cuatro civiles e hirieron a ocho más en Donetsk y en Makiivka, al noroeste de Donetsk.
A pesar de las muertes, la perspectiva de una "congelación" del conflicto con el fin progresivo de los combates parece imponerse día a día, si bien el diálogo entre Kiev y los separatistas sobre el futuro de estas regiones fronterizas con Rusia no comenzó.