Rusia exigió el viernes a Kiev ante el Consejo de Seguridad de la ONU "poner fin a sus operaciones de castigo" en el  este de Ucrania, mientras los países occidentales atribuyeron a Moscú la  responsabilidad del aumento de la tensión.

"Pedimos a Kiev y a sus apoyos (occidentales) no cometer un error fatal y  asumir las consecuencias de sus acciones", declaró el embajador ruso, Vitali  Churkin, que había solicitado previamente una reunión de emergencia del Consejo.

Las autoridades de Kiev, agregó, "deben rápidamente acabar con todas sus operaciones de castigo" contra los rebeldes que han tomado el control de  edificios públicos en varias localidades del Este. Ucrania lanzó el viernes al  amanecer una operación militar sobre el bastión separatista prorruso Slaviansk.

"Esto hará a Rusia dar marcha atrás", estimó por su parte el embajador  francés, Gerard Araud, acusando a Moscú de actuar como "bombero pirómano". Para  él, Ucrania "intenta recuperar su soberanía violada".

La embajadora de Estados Unidos, Samantha Power, dijo que el gobierno ucraniano no ha hecho más que "intentar contener una violencia paramilitar apoyada por Rusia para garantizar la seguridad de los ciudadanos ucranianos". "Su respuesta es razonable, proporcionada y es, francamente, lo que cualquier  país habría hecho" en esas circunstancias, estimó.

"No hay ningún país miembro del Consejo en torno a esta mesa que se  mantuviera sin reaccionar si sus ciudades estuvieran siendo tomadas por asalto  por milicianos armados", sostuvo el embajador británico, Mark Lyall Grant, que  criticó "la espantosa hipocresía" de Rusia, que "arma a los regímenes más  represivos del mundo, incluyendo a Siria".  

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se manifestó "muy preocupado" por la escalada de la tensión en el este de Ucrania e instó a "todas las partes a dar muestras de la máxima prudencia", indicó ante el Consejo el secretario general adjunto de asuntos políticos, Jeffrey Feltman.

Ban "pidió a todos respetar la soberanía y la integridad territorial de  Ucrania" y reclamó nuevamente "la liberación inmediata y sin condiciones" de  los observadores de la OSCE retenidos por los separatistas prorrusos desde hace  una semana.