El gobierno ruso informó hoy que reducirá en un 40 por ciento la construcción de hoteles prevista para el Mundial de fútbol de 2018, una medida que profundiza los recortes que viene implementando el Kremlin de cara a la cita debido a los problemas económicos en el país.
El ministro de Deportes, Vitali Mutko, señaló en declaraciones que publica hoy la agencia Tass que 25 de los 63 hoteles previstos finalmente no serán construidos y que además se realizarán cambios a otros 23 alojamientos.
Según Mutko, los recortes fueron acordados con la FIFA y afectarán principalmente a los hoteles de lujo de las sedes más pequeñas, que suelen no colmar su capacidad en los grandes eventos deportivos. El ministro aseguró que el alojamiento de los "aficionados normales" no se verá afectado.
Los cambios, que fueron publicados en el sitio web del Ministerio de Deportes, persiguen el objetivo de ahorrar unos 27.000 millones de rublos (unos 480 millones de dólares).
Especialmente afectada se verá la ciudad de Nizhni Nóvgorod, sobre el río Volga, en donde se cancelará la construcción de 14 hoteles previstos.
Las ciudades de Kaliningrado, Volgogrado, Rostov del Don y Saransk también afrontarán recortes en sus presupuestos.
Ya en enero, Mutko había anunciado una reducción en la capacidad de los estadios para ahorrar gastos.
El ajuste implicará que los costos totales del Mundial serán de 637.600 millones de rublos (unos 11.500 millones de dólares), aunque los críticos aseguran que la cifra será considerablemente mayor. Se estima que los Juegos Olímpicos de invierno de Sochi 2014 costaron unos 42.000 millones de dólares.
El Mundial de Rusia se disputará del 14 de junio al 15 de julio de 2018 en once ciudades del país.