Rusia declaró ayer que los ciudadanos de Francia e Inglaterra tendrán menos posibilidades de adoptar a niños rusos, después de que sus parlamentos aprobaran el matrimonio homosexual.
"Los parlamentos británico y francés han legalizado el matrimonio gay. Eso reduce a sus ciudadanos las posibilidades de adoptar niños rusos", escribió en su cuenta de Twitter el jefe del Departamento de Derechos Humanos de la Cancillería rusa, Konstantin Dolgov.
El miércoles, el Defensor del Menor, Pavel Astajov, dejó claro que las parejas homosexuales no pueden adoptar niños en Rusia. En Rusia, "un matrimonio se considera una unión entre un hombre y una mujer. Nosotros no tenemos otra cosa. Punto", dijo.
El Defensor del Menor destacó que en Francia, país que aprobó el primero de los artículos del proyecto de ley para legalizar el matrimonio gay, ya ha surgido un movimiento popular que aboga por la introducción de una ley contra la propaganda homosexual, al igual que en Rusia.
La Cámara de los Comunes de Reino Unido votó el miércoles el proyecto de ley sobre el matrimonio homosexual, una iniciativa respaldada por el primer ministro, el conservador David Cameron, pero a la que se opusieron o se abstuvieron cerca de la mitad de los parlamentarios de su propia formación.
Recientemente, Rusia aprobó en primera lectura una ley que prohíbe la "propaganda homosexual" entre los menores de edad, que los homosexuales consideran una excusa para impedir la celebración de las marchas de orgullo gay.
Además, en diciembre Rusia aprobó una ley que prohíbe la adopción de niños rusos por parte de familias de Estados Unidos. Se trata de una medida en represalia por el "Acta Magnitski" aprobada por EE.UU. y que impone restricciones a funcionarios rusos por la muerte en prisión preventiva del abogado ruso Serguei Magnitski.
El caso tensionó las relaciones entre Moscú y Washington.