Rusia y Estados Unidos han acordado aunar esfuerzos para buscar una solución pacífica al sangriento conflicto en el este de Ucrania, informó hoy el secretario de Estado norteamericamno, John Kerry.
El jefe del Departamento de Estado admitió ante la prensa en Beijing que existen diferencias de criterio entre los dos países sobre la situación en Ucrania. No obstante, "hemos acordado el intercambio de información", afirmó Kerry al término de una entrevista con su colega ruso, Serguei Lavrov.
Aun así, Kerry no descartó que Estados Unidos pueda imponer nuevas sanciones a Rusia por su intromisión en la crisis ucraniana. "Dependerá de las decisiones de Rusia si va a haber más sanciones", advirtió el jefe de la diplomacia estadounidense.
Lavrov dijo por su parte que es importante que el gobierno ucraniano cumpla su promesa de tomar medidas pacificadoras. "Desgraciadamente, la tregua no está siendo respetada en su totalidad. Hay otra vez disparos", afirmó el diplomático ruso.
Rusia había acusado una y otra vez a Estados Unidos de instar al gobierno ucraniano a buscar una solución militar al conflicto en el este del país.
Lavrov insistió en la necesidad de que se cumpla lo antes posible el acuerdo sobre la creación de una línea de demarcación entre las fuerzas beligerantes en la convulsa región de Donbas para que sea más fácil vigilar la tregua pactada a principios de septiembre.
El acuerdo alcanzado en septiembre en Minsk, la capital de Bielorrusia, entre el gobierno de Kiev y los separatistas prorrusos en el este de Ucrania prevé la retirada de las fuerzas beligerantes a una distancia de 15 kilómetros de la línea de demarcación, lo que crearía una zona tapón de 30 kilómetros.
Mientras tanto la violencia continúa en el este de Ucrania. Según el Consejo de Seguridad de Kiev, tres soldados murieron en los últimos combates y otros 15 resultaron heridos.
Por otro lado, dos semanas después de la victoria de las fuerzas prooccidentales ucranianas en las urnas, continúan las conversaciones para formar gobierno.
La Comisión electoral informó que ya se ha completado el conteo del 100 por cien de las papeletas. Por primera vez el director de la comisión, Mijail Ojendovski, se pronunció sobre el nuevo reparto de escaños en la Rada Suprema (el parlamento ucraniano).
Según dijo, en el futuro el parlamento tendrá menos que sus 450 diputados originales, ya que algunos escaños quedarán vacíos por la no participación en los comicios de partes de Ucrania del este y de la península de Crimea, anexionada en marzo por Rusia.
Según el nuevo reparto, el Bloque Petro Poroshenko tendrá 132 escaños, el Frente Popular del jefe de gobierno Arseni Yatseniuk obtendrá 82 mandatos y el nuevo partido también proccidental Samopomich 33, frente a los 29 del bloque de la oposición.
El Partido radical de Oleg Liashko obtendrá 22 y el Partido Patria de Julia Timoshenko 19 mandatos. Además se eligió a 96 diputados que concurrieron como independientes. El partido ultranacionalista Svoboda también entró en el Parlamento con seis diputados. Otros tres partidos están representados en la cámara con un diputado cadauno, entre ellos el Sector Derecha de extrema derecha.