Este año se cumplen 126 años del nacimiento de Coco Chanel y durante las últimas temporadas se viene realizando una serie de actividades conmemorativas, desde una gran muestra retrospectiva, en el Museo Metropolitano de Nueva York en el 2005, pasando por una moneda de oro acuñada con su rostro lanzada por la casa Chanel el 2008 y decenas de biografías, hasta la más reciente película sobre su vida: "Coco antes de Chanel", protagonizada por Audrey Tautou (la misma actriz de Amélié) y que recrea los inicios de esta famosa diseñadora. Una verdadera "Chanelmanía" que sirve de excusa para buscar sus huellas por Francia, desde sus inicios en la costa de Normandía, hasta su consolidación en la mismísima París.
Todo el glamour tuvo su punto de partida en Deauville, una ciudad costera situada a dos horas de la "Ciudad Luz". También llamada la "reina de las playas normandas", fue el epicentro cultural y social francés de las primeras décadas del siglo XX. Chanel llegó en 1913 a este lugar acompañada de Boy Copel, su gran amor, y empezó a desarrollar su elegante estilo luciéndose frente a las recargadas damas en el Hipódromo de la Touques, ubicado en el 45 Avenue Hocquart de Turtot.
Fue en esta ciudad también donde Coco instaló su primera tienda, llamada "Gabrielle Chanel", en la que vendía originales sombreros, accesorios y ropa deportiva. Gracias a ésta, lentamente comenzó a hacerse conocida entre la aristocracia francesa.
En 1915 se trasladó a Biarritz, a 790 km de París. Aquí fue donde definitivamente se hizo un nombre en la escena de la moda francesa, con un exclusivo taller llamado Villa Larralde, una enorme casa en la que llegó a tener más de 60 empleados. Aún está en pie y puede visitarla en el 27 de Place Clémenceau.
Pero fue París donde su fama tomó cuerpo y el recorrido no puede iniciarse en otro lugar que no sea la Casa Chanel. Ubicada desde 1921 en el 31 de la Rue Cambon -cerca de Place Vendôme-, fue el lugar donde funcionó el centro de operaciones de Coco Chanel hasta su muerte. Lo importante acá, más allá de su clásica tienda situada en el primer piso, es el departamento de la artista en el tercer piso del edificio. Aquí solía hacer sus fiestas y reuniones con personalidades como Jean Cocteau, Colette y Pablo Picasso. Conserva absolutamente todos los muebles originales y es una muestra más de la elegancia y estilo del que Coco Chanel siempre hizo gala. No siempre está abierto al público, pero puede preguntar a los cuidadores y si la suerte acompaña, dar un vistazo y empaparse de glamour.
Sin embargo, durante los últimos 37 años de su vida ella nunca residió ahí, sino que en un lugar aledaño a sólo un par de cuadras, el legendario Hotel Ritz, que hoy ostenta la Suite Chanel, la misma en la que ella vivió hasta su muerte. Hoy, gracias a la restauración de todos sus muebles, cualquiera puede disfrutar de la habitación, siempre que esté dispuesto a pagar la "módica" suma de 7.350 €.
A pocas cuadras de este lugar se encuentra "Angelina", un salón de té ubicado en el 226 sobre la Rue de Rivoli. Este lugar era un punto de encuentro de la clase alta parisina y el lugar preferido de Mademoiselle Chanel, Proust y los destacados diseñadores de aquella época. Pida un chocolate caliente, la especialidad de la casa.
No muy lejos de ahí se encuentra el Teatro de los Champs-Élysées, un edificio con una increíble arquitectura art decó, en donde Chanel desarrolló una de sus facetas menos conocidas, la de diseñadora de vestuario teatral. Fue aquí donde sus diseños para la obra de su amigo Jean Cocteau, "Le Train bleu", fueron aclamados. De ahí en adelante colaboró en numerosas obras de este artista durante 14 años, siempre innovando en cada estreno.
Finalmente, la Iglesia de la Madeleine de París, a pocas cuadras del antiguo taller de la famosa modista, es donde el 10 de enero de 1971 fue su funeral.