"Me quieren echar, échenme" le dijo amenazante el senador DC, Hosaín Sabag a su par del PPD, Guido Girardi al toparse con él a la entrada de la sala del Senado ayer en la noche. La frase sorprendió a Girardi quien hasta ese instante había estado en silencio y sólo miraba de reojo los movimientos de Sabag.

A esa hora, en el hemiciclo se debatían los últimos capítulos de la reforma a la ley antiterrorista promovida por La Moneda. Pero a esas alturas ya estaba definido el artículo clave sobre los delitos terroristas contra la propiedad, en la que Sabag se alineó con la postura del gobierno.

Sobre el punto la oposición había presentado una indicación para restringir la aplicación de la ley antiterrorista en caso de ataques incendiarios, en espacios públicos o bien a lugares privados de carácter estratégico, como servicios de agua potable. Además, se pretendía fijar como condición adicional que existiera la finalidad de causar la muerte, lesiones graves o una gran destrucción.

La medida dejaba sin penas terroristas a reos mapuches acusados de incendios de pastizales o viviendas.

Sin embargo, la enmienda opositora sólo contó con 18 votos a favor y en contra se pronunciaron 19 senadores, entre ellos los representantes de la Coalición por el Cambio, el independiente Carlos Bianchi y Sabag.

En cambio, persistió la propuesta del Ejecutivo para mantener como delito terrorista los ataques incendiarios contra la propiedad privada, pero con una modificación para atenuar las penas.

El rechazo a la indicación echaba por tierra las difíciles negociaciones que habían realizado la DC durante los últimos días para consensuar un texto con los otros partidos de la Concertación, el PC, el senador Alejandro Navarro y abogados de los mapuches en huelga de hambre.

Igualmente el senador por la Octava Región -quien ya había evidenciado una postura disidente en la ley de financiamiento de la reconstrucción- desataba una crisis en la oposición. Tras la votación, varios parlamentarios concertacionistas se acercaron a Sabag en el hemiciclo a reprocharle su postura.

"Desde hoy la mayoría de la oposición en el Senado es sólo teórica", declaró molesto el timonel DC, Ignacio Walker, quien al ser consultado por las eventuales sanciones dijo que no era el momento.

"El doblaje en la Octava Región lo hemos perdido casi definitivamente", sostuvo el PPD, Ricardo Lagos Weber.

El hecho motivó que las bancadas del PS y PPD advirtieran a sus pares falangistas de que las reuniones como Concertación quedaban suspendidas.

"No vamos participar en ninguna reunión mientras no se resuelva la situación del senador Sabag. Por mucho menos Adolfo Zaldívar tuvo que abandonar la Concertación", comentó el jefe de bancada PPD, Jaime Quintana.

"No tengo ningún problema en terminar con las mayorías", respondió Sabag, quien cuestionó la presión para legislar y justificó su voto en la necesidad de proteger a personas que han sufrido ataques incendiarios.

En la mesa DC admiten que el tema es complejo y aún no existe una decisión. En el partido aún está presente la salida de Adolfo Zaldívar, por haberse opuesto al financiamiento de Transantiago, lo que se tradujo en una renuncia masiva de militantes.

En la falange sostienen que si bien es probable que Sabag mantenga una postura díscola en otras discusiones emblemáticas, como el proyecto sobre royalty a la minería, su voto puede ser clave en otras negociaciones.

Además, aseguran que tomar represalias con el senador, puede provocar que su hijo, el diputado Jorge Sabag -quien vota generalmente alineado- también renuncie a la Concertación.