No perder. Esa es la consigna. Y en realidad, el único resultado que Universidad Católica no se puede permitir ante Flamengo, esta noche en el Maracaná (21.45). Porque en caso de hacerlo, la misión se pondrá cuesta arriba para avanzar a los octavos de final de la Copa Libertadores.
Pasa que los cruzados entrarían a depender de lo que ocurra en el otro partido de hoy por el Grupo 4, entre Atlético Paranaense y San Lorenzo, en Curitiba. Si es que el elenco de la precordillera cae ante el Fla, una victoria del cuadro brasileño sobre el Ciclón los elimina automáticamente. Así de simple. Y claro, si Paranaense no gana en casa, el cuadro chileno tendría que empezar a jugar con las distintas combinaciones que le permitan no decir adiós a la Copa. Aunque, claro, aún se mantendrían vivos en la lucha por el premio de consuelo, ese que manda a la Copa Sudamericana a todos los que terminen en el tercer puesto de sus respectivos grupos en la Libertadores.
Tal trascendencia en el plantel la tienen clara: "Es un partido importante para nosotros. Sabemos que tenemos que llevarnos algún punto como sea. La realidad es que no estamos dentro de los dos que clasifican, así que vamos a tratar de hacer nuestro juego, el que Mario (Salas) nos impone", expuso ayer en suelo brasileño Ricardo Noir, uno que volverá a jugar tras descansar en el choque con la U. Ganarle al gigante brasileño, por el contrario, dejaría a la UC de vuelta en la pelea e incluso podría terminar el día en la cima de su zona.
Con eso en mente, el Comandante se mantendrá fiel a sus convicciones. Leal, también, con quienes él considera titulares. Porque a pesar de sus dos goles en el clásico universitario y a que incluso con muchos menos minutos disputados es el goleador del equipo en la temporada con cuatro tantos, junto con Diego Buonanotte, Roberto Gutiérrez deberá esperar en el banco su opción. Santiago Silva seguirá siendo en el eje del ataque.
El DT apuesta por el recorrido del Tanque en este tipo de compromisos. Dentro de la planificación, eso sí, está considerado darle minutos al Pájaro, dependiendo, claro, de cómo se desarrolle el partido. La del 9 no era la única duda que debía resolver el estratega. La lesión de Germán Lanaro y la suspensión de Benjamín Kuscevic dejaban vacante un puesto de central. Y aunque el cuerpo técnico estudiantil consideró trasladar a Alfonso Parot a esa posición y darle la camiseta de lateral izquierdo a Fernando Cordero, finalmente primó la experiencia de Cristian Álvarez.
¿Presión? En la UC dicen no tenerla, a pesar del choque de vida o muerte que enfrentan esta noche. "Estamos tranquilos, confiamos en nosotros. Aunque es un rival muy duro, ya les hemos ganado. Vamos a tratar de mejorar lo que hicimos en casa. Vamos a salir a ganar el partido. Sabemos que ellos también van a tratar de ganar", agregó ayer Noir.
Esta noche se puede acabar la Copa para Universidad Católica. Dependerá de ellos mismos que esto no sea así y que la historia en la Libertadores se siga escribiendo y se pueda definir una clasificación en casa ante Paranaense. Las cartas están echadas, con un Tanque que deberá responder a la confianza que le sigue entregando su entrenador.