Salo detuvo sus máquinas y se prepara para desaparecer. Tras casi 50 años de historia, la empresa de álbumes y juegos de estrategia despidió a 120 trabajadores y pidió a tribunales declarar su propia quiebra, agobiada por bajas en las ventas y obligaciones financieras que no pudo cumplir.

La empresa nació en 1962, cuando Salomón Melnick lanzó el primer álbum de figuritas del país: "Caramelo Mundial", previo al Mundial de Fútbol de ese año, en el que la Selección chilena logró el tercer lugar. El negocio fue un éxito y sus láminas impresas en cartón marcaron un hito en la industria local del diseño gráfico. En los últimos años, Salo tuvo otro producto estrella: las cartas estratégicas de Mitos y Leyenda, cuenta Alvaro Jadue, gerente general de la firma.

Salo llegó a facturar más de US$ 15 millones al año y evaluó abrirse a la Bolsa. Pero esta situación cambió bruscamente en los últimos años, "en donde la demanda se redujo considerablemente por el aumento y libre acceso de internet", señala Luis Iván Muñoz, abogado de la empresa.

Ante la baja en las ventas, Salo presentó en abril de 2009 un convenio judicial para evitar su quiebra en el 1º Juzgado Civil de Santiago, el que fue aprobado por sus acreedores. El objetivo era reestructurar el plazo para pagar deudas por US$ 10 millones.

En diciembre, el panorama empeoró irremediablemente. El síndico interventor, Cristián Herrera, informó al tribunal y a los acreedores el agravamiento de los negocios de la empresa, que acumuló pérdidas por $ 3.000 millones a septiembre. Muñoz dice que los proveedores no quisieron seguir abasteciendo los 50 puntos de venta. Y en los últimos meses dos inversionistas dispuestos a invertir en Salo se acercaron a sus dueños, Rosa Melnick y sus hijos Javier y Alvaro Jadue, quienes consideraron bajas las ofertas, cuenta este último.

La semana pasada fueron despedidos 120 trabajadores y el tribunal podría decretar la quiebra de Salo antes de fin de mes. Los acreedores deberán decidir si venden los activos de la firma o rematan Salo como una unidad económica.