Funcionarios federales de salud estadounidenses llamaron el lunes a una cuarentena voluntaria en casa para quienes presentan riesgos de sufrir ébola, agregando que la mayoría de los trabajadores de salud que vuelven de África Occidental deberían someterse a controles diarios sin aislamiento.

El anuncio del doctor Thomas Frieden, director de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por su sigla en inglés), va en contra de las cuarentenas obligatorias impuestas a médicos y enfermeras por algunos estados, como Nueva York y Nueva Jersey.

Las nuevas guías de los CDC presentan cuatro categorías de riesgo. La mayoría de los trabajadores de salud que vuelven de África estarán considerados en el rango de "algún riesgo" de infección, mientras que aquellos que tratan pacientes en  instalaciones en el país estarán en la categoría de "riesgo bajo pero no cero".

Las guías de los CDC se dieron horas después de que el Ejército estadounidense aislara a más de una decena de soldados que regresaban de África Occidental en una base en Italia pese a que ninguno de ellos manifestó síntomas de la enfermedad.

Más soldados serán aislados en los próximos días mientras la misión va rotando en África Occidental, donde el Ejército estadounidense ha estado construyendo infraestructura para ayudar a las autoridades sanitarias a tratar a las víctimas del ébola, dijo el Pentágono.

"No se les permite salir", dijo el coronel Steve Warren, portavoz del Pentágono, quien describió las precauciones como una "observación reforzada".

Algunos funcionarios estatales han dicho que las restricciones federales a las personas que viajan desde países afectados por ébola son insuficientes para proteger a los estadounidenses y han instaurado medidas más duras, como cuarentenas automáticas para los trabajadores médicos que vuelven de África.

El caso de la enfermera Kaci Hickox, puesta en cuarentena el viernes bajo medidas de Nueva Jersey que exceden las adoptadas por el Gobierno nacional, fue una clara muestra del dilema que afrontan las autoridades.

El gobernador de Nueva Jersey Chris Christie dijo a periodistas que no cambió su política al permitir que la enfermera sea dada de alta del hospital y autorizada a viajar a Maine.

"Estamos felices de que ella haya sido dada de alta. No tuvo síntomas por 24 horas y dio negativo de ébola, por lo que no había razones para retenerla", sostuvo Christie.

"Pero ella debe entender que la obligación de los funcionarios electos es proteger la salud de toda la gente", afirmó.