El jueves 17 de enero se abrió un nuevo anexo del Hospital Carlos Cisterna de Calama, donde se proyecta ofrecer atenciones de especialistas como neurología, medicina interna, otorrinolaringología y nutrición y, en un futuro próximo, intervenciones quirúrgicas y hospitalización.

Este centro beneficiará a 90 mil personas de la zona, quienes esperan la restitución de las obras de construcción del nuevo hospital de la ciudad, cuyos trabajos quedaron paralizados desde 2013. El recinto funcionará en lo que era la ex Clínica de Familia El Loa, arrendada por el Servicio de Salud a privados por $ 816 millones anuales, durante tres años.

Situación similar se vive hace tres meses en Curicó, donde Salud debió arrendar la infraestructura de otra ex clínica privada, para instalar un Centro de Referencia de Salud (CRS), por unos $ 60 millones al mes ($ 720 millones al año), con un contrato a cinco años.

Así, la suma de ambos recintos alcanza los $ 1.536 millones por año.

Según la subsecretaria de Redes Asistenciales, Angélica Verdugo, lo anterior se debe a razones "sanitarias. El Ministerio de Salud se hace cargo de una demanda que la ciudadanía no tenía satisfecha".

Señala que estos proyectos se levantaron debido al "deterioro de la infraestructura" en esos recintos (el de Calama tiene 50 años de antigüedad). Agrega que ambas son soluciones "transitorias", mientras se construyen los nuevos hospitales. La subsecretaria añade que "si estimamos lo que nos cuesta, por ejemplo, operar a las personas en el sistema privado o comprar todas esas prestaciones entregadas, sale harto más caro que los arriendos de $ 60 y $ 68 millones mensuales que se paga".

En el caso de Calama, el director del Servicio de Salud Antofagasta, Zamir Nayar explica que "no sabemos cuánto puede demorar el nuevo hospital, pero somos optimistas. Creemos que estará antes de ese plazo (los tres años arrendados) y en el contrato dejamos establecido que podemos avisar con tres meses de anticipación nuestra salida y sin pagar de más".

Según el director del Hospital de Curicó, Jorge Canteros, la instalación del CRS para atenciones de mediana complejidad y cirugías ambulatorias en la ex clínica ha permitido aumentar en 20% la cantidad de cirugías en tres meses. Agrega que "el equipamiento e instrumental médico quedará a nuestra disposición definitiva".

El retraso de esas inversiones hospitalarias generó críticas por parte de la diputada Karla Rubilar (Amplitud). "Si el contrato (de Calama) es por tres años, la señal es clara: antes de eso no habrá nuevo hospital, lo que me parece sumamente grave", agregó. "Estuve de visita en Calama, me encontré que no había atención ahora sale un arriendo por un monto muy alto que ni siquiera quedará en infraestructura para la gente de la comuna", afirma Rubilar.

Preocupación

La falta de infraestructura en Calama, impacta en la población. Jorge Herrera, del Movimiento Ciudadanos de Calama señala que la situación "la veo con preocupación, porque los gobiernos no han cumplido y ya miramos con desconfianza. No sabemos si hay un compromiso para alcanzar una solución o esto es parche, mientras no exista transparencia y compromiso de anuncios, esto va a seguir".