La Selección Chilena ya comienza a entrar en terreno decisivo para la Copa América. Este lunes, el equipo de Jorge Sampaoli inicia los entrenamientos en el Monasterio Celeste, complejo deportivo que fue escogido por su aislamiento de los grandes centros urbanos, así como también por las condiciones de lujo e infraestructura que ofrece para encarar una preparación de gran envergadura. Todo para garantizar que el trabajo no sea interrumpido.
Sin embargo, el casildense ha extremado las medidas de seguridad con el fin de evitar cualquier situación que desconcentre al equipo.
De hecho, justo antes de que el equipo nacional comience a practicar en el reducto perteneciente a O'Higgins, se dispuso de vallas a 500 metros de la entrada al recinto, la que sólo puede ser traspasada por el plantel y por funcionarios de la ANFP. La prensa sólo puede hacerlo en las conferencias de jugadores.
Además, se ha dispuesto la presencia de carabineros en motos, y la puerta es resguardada por una docena de funcionarios. Además, hay un retén móvil, que vigila la única calle que da acceso al complejo deportivo.
Por otro lado, Sampaoli pidió a los parceleros vecinos colaborar para evitar que haya filtraciones de las prácticas. Lo que pretende el argentino es que no existan imágenes de los entrenamientos de Chile que no sean las que difunde la ANFP, como habitualmente suele suceder.
Durante la mañana arribó el gerente general de O'Higgins, Pablo Hoffman, mientras que el bus con los integrantes de la Selección lo hizo a las 9.40 horas. Los seleccionados fueron recibidos por tres hinchas, quienes desafiaron los 5° de temperatura en Requínoa. Se espera que cerca de las 13.00 horas haya una conferencia de prensa, la primera desde el nuevo "búnker" de la "Roja".