Samsung Group que anteriormente transformó su unidad electrónica en el fabricante de teléfonos inteligentes más grande del mundo superando en ventas a Apple, ahora está poniendo la mira en la industria de los medicamentos.
La empresa más grande de Corea del Sur está invirtiendo al menos US$2.000 millones en fármacos de origen biotecnológico, incluido el segmento cada vez más importante de los biosimilares, que son versiones más baratas de medicamentos de origen biotecnológico de marca que han perdido la protección de patente.
Samsung, con ingresos anuales por valor de US$327.000 millones, se propone convertirse en una fuerza importante en la biotecnología, un sector que según las previsiones generará ventas por más de US$220.000 millones en cinco años.
En tanto, el mercado de la electrónica alcanza su saturación, el presidente multimillonario Lee Kun Hee ha venido invirtiendo en nuevas áreas que podrían apuntalar el crecimiento de la empresa familiar.
"Estamos apenas en los primeros estadios", dijo en una entrevista Christopher Hansung Ko, máximo responsable ejecutivo de la unidad Samsung Bioepis.
"Somos una empresa Samsung. Nuestro mandato es llegar a ser Número 1 en todo lo que emprendemos, de modo que nuestra meta a largo plazo es ser una empresa farmacéutica líder en el mundo", agregó.
Los medicamentos biosimilares constituyen el núcleo de esos planes. Samsung proyecta vender su primera versión biosimilar de la terapia contra la artritis Enbrel de Amgen Inc. en 2016 en Europa y una versión del tratamiento Remicade de Johnson Johnson para las enfermedades autoinmunes en 2017, según Ko.
Otra unidad, llamada Samsung Biologics tiene contratos para fabricar medicamentos biológicos para laboratorios de marca.
Lee, que está actualmente hospitalizado, se encuentra en una situación estable, luego de una operación a raíz de un infarto, según Samsung.
Las empresas no han ganado demasiado dinero con medicamentos biosimilares en razón de que la mayoría de los productos están siendo desarrollados y el mercado estadounidense no ha sido explotado, dijo Giles Somers, analista de Datamonitor Healthcare.
Expansión
Las ventas del sector podrían crecer desde US$1.200 millones el año pasado hasta US$24.000 millones en 2019, y los mercados, incluido Estados Unidos pueden crecer "exponencialmente" una vez que se establezcan regulaciones, dijo la empresa consultora Frost Sullivan en enero.
Samsung proyecta aportar una nueva perspectiva, ser audaz y tomar decisiones rápidas, dijo Ko.
Sus dos unidades de Biologics emplean en conjunto a unas 800 personas, lo cual convierte al grupo en la empresa de biotecnología más grande de Corea del Sur, apuntó.
Los antecedentes de Samsung ponen de relieve su espíritu competitivo. El fundador Lee Byung Chull comenzó con 40 empleados en 1938, exportando arroz, fideos y productos agrícolas. Su hijo, el presidente de Samsung Electronics y el hombre más rico de Corea del Sur, impulsó la unidad hasta convertirla en la empresa de tecnología más grande de Asia.
A lo largo de los años, Samsung invirtió fuertemente en dominar los procesos de fabricación. En los años 1960, ingenieros de su subsidiaria del Área Electrónica desarmaron los televisores Sony para ver cómo estaban hechos. Sus televisores de pantalla plana asestaron así un golpe a Sony, Panasonic y Sharp con sede en Tokio.
Samsung introdujo su primer teléfono Galaxy S con Android en 2010 e inundó el mercado con precios diferentes hasta quitarle el primer puesto a Apple.