Cuando Juan Pablo Sáez vio arder el Teatro San Ginés, el 5 de marzo de 2008, pensó que moriría. El sueño de su vida quedaba hecho cenizas. Sin embargo, el apoyo que recibió del propio gremio de actores, que rápidamente organizó funciones a beneficio, lo animó a ponerse de pie. "Hasta el espectador más anónimo nos mandó cartas de aliento", cuenta. A tres años del siniestro, ya se ven los resultados de "cada uno de esos granitos privados de arena", dice. Este jueves, una de las tres salas que contempla el proyecto del Centro Cultural San Ginés abre sus puertas, luciendo 400 metros cuadrados, 260 butacas, paredes de terciado acústico y calefacción. "Para nosotros esto es fruto del esfuerzo colectivo, es símbolo del amor que han puesto cómplices y familiares para que podamos seguir existiendo", relata sobre la nueva sede, ubicada en Mallinkrodt 108, muy cerca de su ubicación original.
El montaje que inaugura la cartelera del teatro también refleja esa fraternidad. Art, obra cumbre de la dramaturga francesa Yasmina Reza, traducida a 40 idiomas y aplaudida en más de 30 países (de Francia a Gran Bretaña y EEUU), es, como escribió el periódico The Times, "una comedia sumamente inteligente, profunda y espiritual, que establece un tratado sobre la amistad masculina".
Desde hace tiempo que Sáez quería traerla a Chile, desde que la vio en Buenos Aires, a fines de los 90. Pero entonces el Teatro San Ginés estaba recién formándose, y fue el Teatro UC el que compró los derechos y la montó en 1999, con Cristián Campos, Willy Semler y Alberto Vega. "La crítica nuevamente la ensalzó, y con razón. Yo la había visto en Buenos Aires, un poco antes, con Ricardo Darín, y me había encantado su transversalidad. La obra habla de cómo los amigos pueden trascender a la pareja, e incluso a los hijos, porque son la única familia que uno elige", subraya Sáez sobre una comedia que desde su estreno, en 1994, ha recaudado más de 300 millones de dólares, y que esta vez sí podrá montar.
Parece una historia ligera, pero "la risa esconde una pequeña desgracia", como dice la propia Reza, ganadora de los premios Laurence Olivier y Tony por su trayectoria teatral. En este caso, el infortunio se desata entre los personajes de Sáez (Marcos), Nicolás Saavedra (Iván) y Andrés Velasco (Sergio). Este último se ha comprado un cuadro "moderno" en 25 millones de pesos, lo que a Marcos le parece un gasto de dinero innecesario. "La discusión se va agrandando hasta abordar temas como la tolerancia, el consumismo o la idea tradicional de obra de arte. Aparecen los trapitos sucios, la escala valórica y el estatus que cada uno se ha construido con el tiempo. A mí me toca conciliar este round", adelanta Nicolás Saavedra.