Esta tarde, a las 14.30 de Chile, se enfrentarán las dos peores selecciones del mundo: San Marino y Andorra, 202° y 203° en el ranking FIFA, respectivamente. Un partido que ha sido denominado como el clásico de las cenicientas ya que, aparte de su ubicación en el listado, ambas no ganan un partido desde 2004.

Hoy, en el Olímpico de Serravalle, el conjunto sanmarinense intentará dejar atrás una racha de 74 partidos sin ganar, mientras que su rival buscará romper una maldición de 86 encuentros sin conocer la miel de la victoria. Con ese cartel, el morbo está instalado en este particular encuentro.

En la historia, el cuadro andorrano tiene mejores registros, ya que en los 139 partidos que ha disputado suma tres victorias, 12 empates, 126 derrotas, 386 goles recibidos y 38 marcados. Su adversario, con un partido menos, solo cuenta con un triunfo, cuatro empates, 133 derrotas, 598 goles en contra y 22 a favor.

La última -y única- alegría de la Serenissima se produjo el 28 de abril de 2004, en un amistoso ante Liechtenstein, que terminó con un favorable 1-0, mientras que el último grito de Andorra ocurrió el 13 de octubre de ese mismo año ante Macedonia, por las Eliminatorias para Alemania 2006. El triunfo también fue por la cuenta mínima, en un duelo al que solo asistieron 120 personas y que fue programado a las 15.00 para evitar un "importante gasto de electricidad", según las crónicas de la época.