Alexis Sánchez quería su gol 38 en la Selección. Lo venía buscando del duelo ante Camerún, en el debut en la Copa Confederaciones. Sabía que si festejaba ante los alemanes, se convertiría en el máximo anotador histórico de la Selección, superando a Marcelo Salas (37).
Y en Kazán, Alexis no falló. Se inscribió como el jugador que más veces ha celebrado con la Roja. De paso, el delantero del Arsenal, junto a Eduardo Vargas, se convirtió en el único futbolista chileno en anotar en todos los torneos disputados nivel de Selección: Mundial, Eliminatorias, Copa América y Copa Confederaciones. Además, celebró el gol 400 en la historia del certamen.
Al minuto de juego, el Niño Maravilla tomó el balón y se sacó dos alemanes para probar a portería, sin mayor suerte. Löw, técnico del campeón del mundo, lo miró con atención desde la banca germana.
A los 6, llegó el minuto que tanto esperaba. Vidal, su socio dentro de la cancha, se la tocó de primera para que derrotara al portero Ter Stegen con remate rasante al primer palo. Su celebración incluyó un golpe al pecho, como queriendo demostrar autoridad. Algunos de sus compañeros corrieron a abrazarlo, mientras el resto le reclamaba al árbitro la fuerte entrada que recibió, segundos antes a la entrada del área, el Rey.
Alexis parece no asimilar su nuevo estatus en la Selección. No se da cuenta de que entró en la historia del Equipo de Todos: "Realmente no dimensiono lo que hice. Quizás más adelante, cuando sea viejo, pueda entender todo esto", dijo. "Es algo que soñé desde niño. Cuando debuté en la Selección, con 16 años, tenía la ilusión de llegar hasta acá. Cuando deje de vestir esta camiseta me voy a dar cuenta de lo que conseguí hoy día", añadió.
Poco a poco, la emoción comenzó a marcar su tono de voz: "Es difícil vestir este escudo y llevar el nombre de Chile a lo más alto. Ojalá todos los chilenos valoren todo esto. Me enorgullece mucho superar a Marcelo Salas. Algún día lo vi y me inspiré en él. Pero no hay que comparar ni empezar con quién es más bueno o quién es más malo. Hay que aportar para Chile y la Selección. Espero algún día estar sentado tomándome una copa de vino, viendo cómo alguien me supera".
Pese a la anotación, el tocopillano no bajó su nivel. A los 29' realizó una gran jugada individual, sacándose a dos jugadores y tocando de taco. Sin embargo, su último pase quedó corto.
En la banca, Pizzi le daba instrucciones. Alexis fue el primero que escuchó al DT, luego que Lars Stindl anotara la igualdad cuando finalizaba el primer tiempo.
En la segunda parte, el goleador histórico de la Roja sufrió el cansancio de un primer tiempo muy intenso. A los 48' estuvo cerca de convertir un tiro libre. Su balón pasó muy cerca del poste de Ter Stegen. Su molestia por no poder revertir la situación lo llevó a ganarse una tarjeta amarilla. Se ofuscó por un cobro arbitral, y lanzó la pelota lejos, en señal de reclamo. Asumió la capitanía a los 72' cuando Gary Medel salió reemplazado por lesión.
Alexis celebró su gol 38 en la Roja. No fue con un triunfo, y su rostro serio, una vez finalizado el encuentro, resumió una jornada en la que sumó muchos elogios.
Desde Londres, el Arsenal aplaudió su récord: "¡Un gol que marca un hito para Alexis Sánchez! Felicitaciones #ElNiñoMaravilla, estamos orgullosos de ti", publicó el Twitter oficial. En conferencia de prensa, Pizzi, contrario a las alabanzas personales, hizo una excepción: "En el caso de Alexis, la cifra y el logro de ser el máximo goleador indudablemente pueden individualizar algún tipo de elogio".