Entre siete y 10 días esperan desde el comando que dure el proceso de reflexión al que llamará la candidata presidencial del Frente Amplio, Beatriz Sánchez, el domingo tras los resultados de las elecciones. Si bien en las últimas semanas se ha instalado una incertidumbre sobre lo que hará la periodista una vez que se conozcan las cifras de los comicios, diversas fuentes de su entorno adelantan que la abanderada decidió finalmente que, gane o pierda, invitará a las distintas fuerzas y militantes de su conglomerado a tomarse un tiempo de discusión para decidir qué camino seguir. Si pierde, para acordar qué postura tendrán en segunda vuelta. Y si gana, para ver cómo construir alianzas de cara al balotaje.

La idea, que surgió desde el comando, es armar un cronograma de discusión. Pese a que no está definido el proceso, se barajan las opciones de asambleas ciudadanas y consejos de las organizaciones. En cambio, un plebiscito del Frente Amplio, como se pensó en un comienzo, ya no es comentado como alternativa y muchos reconocen que no es viable.

Además, consideran claves para este debate las posturas de los diputados que resulten electos el 19 de noviembre, lo que significaría también un nuevo orden en la correlación de fuerzas internas de la coalición.

Lo que sí está definido es realizar una reunión, sea cual sea la situación de Sánchez, el 20 de noviembre con los candidatos electos y los líderes del bloque, cita en la que se evaluará el calendario a seguir.

Para esta propuesta, aseguran fuentes del comando, será clave fijar una fecha límite para comunicar la decisión del bloque sobre qué postura adoptar para una segunda vuelta. Esto, con la finalidad de no quedar excluidos de la discusión y poder posicionarse como un actor importante en el escenario político.

"Vamos a proponerle al Frente Amplio, y a todas y todos los que voten por nosotros, que en cualquier escenario actuemos colectivamente y no caigamos en la ansiedad de decisiones apresuradas. Beatriz está disponible para liderar y conducir ese proceso", dijo a La Tercera el jefe de campaña de Sánchez, Sebastián Depolo. Ayer, en tanto, Sánchez dijo en T13 Radio que "después (de las elecciones) lo que me propongo es que voy a liderar la decisión que se tome en todos los escenarios". Y agregó que "me gustaría que hubiese un cronograma, que nosotros mismos anunciaremos".

Por otro lado, se pidió a los partidos de la coalición que para el sábado 18 acordaran su postura sobre si se someterán a la decisión que se tome en colectivo o buscarán una alternativa propia.

Pero la discusión que se espera tener durante ese periodo de reflexión complica al bloque, sobre todo considerando que la postura sobre cómo actuar ante el balotaje sigue dividiendo internamente a los frenteamplistas. En ese sentido, todas las miradas de los partidos y movimientos están puestas en el discurso que Sánchez dará tras los resultados de las elecciones. Esas palabras, creen los dirigentes del conglomerado, marcarán el destino político del bloque.

En este contexto, durante esta semana se agendaron tres reuniones entre representantes del comando y de los partidos para definir los lineamientos del discurso para este 19 de noviembre, adelantándose a tres escenarios: que la periodista sea quien pase a segunda vuelta; que pierda por poco; o que sea derrotada obteniendo un bajo caudal de votos.

Si bien Sánchez definió llamar a un proceso de reflexión, en los partidos del Frente Amplio aún se discuten dos principales puntos que buscan que la candidata pueda acoger: que tras una eventual derrota se llame a la militancia a no votar por el candidato de La Fuerza de la Mayoría, Alejandro Guillier; o, por otro lado, que Sánchez fije ejes intransables y dé un gesto de apertura al diálogo con el candidato ganador de la centroizquierda. Que se llegue a un acuerdo al respecto, dicen los dirigentes, es casi imposible.

Por este motivo, desde el equipo de campaña de la periodista se descarta que se dé una señal tan drástica sin antes someter a un proceso de debate interno la decisión.

En lo que sí hay acuerdo es en que el domingo en la noche Sánchez deberá agradecer a quienes votaron por ella y resaltar que el Frente Amplio "llegó para quedarse". La idea principal tanto del comando como de los partidos es posicionarse como el principal bloque de oposición para el próximo periodo.

Es por esto que el domingo la abanderada resaltará sus principales propuestas. También se evalúa criticar a la Nueva Mayoría, destacando las diferencias entre ambos bloques.

Todos estos detalles serán evaluados en profundidad el sábado en la sede del comando, donde participarán los dirigentes que forman parte del equipo político de la campaña.

Es en esa reunión que se evaluarán, a su vez, gestos como llamar al candidato ganador tras una eventual derrota. Es de público conocimiento la cercana relación que tiene Sánchez con Guillier, por lo que en el entorno de la periodista ven probable que felicite al senador independiente en caso que él pase a segunda vuelta.

El futuro político de Sánchez

Para el Frente Amplio, las elecciones de este domingo, tanto la presidencial como las parlamentarias, no solo definirán los puestos de representación públicos del bloque, sino que su continuidad como conglomerado. Esa incertidumbre también se traspasa al futuro de su abanderada.

La nueva ley electoral estipula, para este año, que si un partido político no alcanza el 3% de los sufragios en la elección de diputados -en al menos ocho regiones discontinuas o en tres geográficamente contiguas-, pierde su legalidad. La otra alternativa para continuar inscritos como colectividad es que el partido elija al menos tres parlamentarios en dos regiones diferentes. Ambos factores ponen en riesgo la continuidad de las seis colectividades legalmente constituidas del bloque.

Además, los resultados parlamentarios que obtengan darán paso -según señalan distintos dirigentes- a una discusión interna en distintos movimientos y partidos para definir si continúan en el Frente Amplio. Varios, de hecho, tras las elecciones tendrán sus consejos pertinentes para definir si continúan o no en el conglomerado.

En paralelo, si bien creen que las posibilidades de que sea Sánchez quien pase a segunda vuelta son altas, ya se ha comenzado a posicionar la duda sobre su futuro en el caso de perder los comicios.

En esa línea, los cercanos a la presidenciable han explicado que la candidata continuará en su rol de líder y vocera del Frente Amplio al menos hasta la segunda vuelta. Además, ha dicho que no hay vuelta atrás en su opción de alejarse del periodismo.

De todas formas, son varios los que han especulado sobre el futuro de la comunicadora. Todos concuerdan en que Sánchez debe jugar un rol fundamental en la articulación del Frente Amplio luego de los cambios que vivirán tras los resultados electorales. Además, esperan que sea la cara visible de la oposición tanto de un nuevo gobierno de Sebastián Piñera como de Guillier.

También se cree que Sánchez participará o creará una fundación o casa de estudios. Esto, según explican, podría ser complementado con impartir clases universitarias.

Lo que sí ha expresado la candidata es que seguirá en política y que aspira a impulsar, desde su rol de líder del Frente Amplio, una agenda sobre derechos humanos, género y medios de comunicación.

Dirigentes del bloque, además, buscarán posicionar a Sánchez como la líder de las transformaciones para que más adelante pueda volver a postular a un cargo público. De hecho, en conversaciones informales ya se estaría hablando sobre una nueva candidatura para las elecciones de 2021.

Su cercanía con RD

"¿Gabriel Boric o Giorgio Jackson?". Eso le preguntó a Sánchez uno de los panelistas del programa Candidato, llegó tu hora, de TVN, hace dos semanas. "Jackson", respondió. Esto fue interpretado por varios como una demostración de su cercanía con Revolución Democrática por sobre el Movimiento Autonomista. Sin embargo, en el círculo de la periodista dicen que ven lejana la opción de que ella opte por militar en alguna colectividad del bloque.

Tanto del comando como desde la mesa nacional creen que para lograr posicionarse como la líder de la oposición deberá mantener su rol de independiente, lo que la ayudaría a tener más cercanía con las distintas colectividades del Frente Amplio.