Con inteligencia, mucha aplicación y un notable despliegue físico, Bayern Munich derrotó a Barcelona en el Camp Nou por 3-0, y privó a los catalanes de jugar la final de la Liga de Campeones, honor que sí tendrá el elenco germano ante Borussia Dortmund.
Cabe recordar que en el partido de ida los alemanes ganaron 4-0 como locales, por lo que el conjunto de Tito Vilanova debía protagonizar un milagro que nunca pudo consumarse. Alexis Sánchez ingresó a los 55', pero su desempeño fue intrascendente. Como todo su equipo.
Debido a problemas físicos, Lionel Messi arrancó el partido desde la banca. No ingresó. Y la ausencia del argentino desde el comienzo se notó, porque a Barcelona le costó mucho tomar el control del partido, algo indispensable considerando la diferencia que debía revertir.
De hecho, la primera llegada catalana recién se produjo a los 24', cuando Pedro lanzó desde lejos pero el portero Manuel Neuer mandó al córner.
Antes de ello, Bayern Munich tuvo la inteligencia de salir a presionar la salida de Barcelona, lo que provocó muchas dificultades al elenco de Tito Vilanova.
Incluso, los alemanes pudieron abrir la cuenta con anticipación, como cuando a los 12' Arjen Robben arrancó por el costado derecho y que justo cuando iba a rematar vio como Gerard Piqué alcanzó a cruzarse.
Barcelona terminó dominando la primera etapa, pero con esfuerzos estériles. El lapso inicial acabó sin goles, y los catalanes debían jugarse la vida en 45 minutos.
Así, en la etapa final, se esperaba el ingreso de Messi o bien una actitud aún más ofensiva de Barcelona. Sin embargo, y a los 48', el holandés Robben marcó el 1-0 para Bayern Munich, gol que obligaba a los culés a marcar seis goles.
Siete minutos después de la celebración germana, Alexis Sánchez entró al campo de juego. Sin embargo, el chileno no pudo levantar a su equipo, al mismo tiempo que el cuadro de Jupp Heynckes mantuvo la aplicación.
Para peor, a los 72' un centro desde la izquierda llega hasta los pies de Piqué, pero el defensa por querer despejar terminó introduciendo el balón en su arco. 2-0 para los germanos. A esta altura, Barcelona necesitaba siete goles.
Y como si ello fuera poco, a los 76' es Thomas Müller anotó de cabeza el tercer gol para el finalista de la Champions. Barcelona tenía que hacer ahora ocho goles...
Por esta razón, el técnico Tito Vilanova terminó sustituyendo a los mejores jugadores blaugranas, pensando en este fin de semana. Cabe recordar que los culés pueden festejar el título de Liga, para lo cual preservó a estos elementos.
De este modo, la final de la Liga de Campeones -programada para el próximo sábado 25 de mayo- tendrá a dos elencos alemanes, que se jugarán la vida por la máxima corona continental europea en el remodelado estadio Wembley.