Magia a la Luz de la Luna, de Woody Allen 

Magos de discreta categoría. Ladrones torpes y de buen corazón. Paisajes europeos de primer orden. Romances imprevistos que destruyen el mundo tal como lo conocemos. Las películas de Woody Allen de los últimos 15 años, filmadas sobre todo en Europa y en tono de comedia, reúnen las características mencionadas. También hay, claro, dramas: en particular Match point, el primero de sus trabajos en el Viejo Continente, y Blue Jasmine, que marcó su retorno momentáneo a Estados Unidos, pero no a Nueva York.

Su nueva película es una suerte de resumidero en que todos aquellos tópicos se unen de una sola y amable vez. El título ya lo dice todo: Magia a la luz de la luna. Las cosas parten con un acto de ilusionismo en que un tal Wei Ling Soo (Colin Firth) hace desaparecer elefantes, provocando el pasmo y aturdimiento del público general. En rigor, es todo una pequeña farsa: Ling Soo no es chino, sino un inglés llamado Stanley Crawford. Tampoco el elefante ha desaparecido. Luego, la acción se traslada al sur de Francia y en época de entreguerras. Stanley Crawford, que es un tipo algo cascarrabias y con experiencia de sobra, llega a la casa de unos millonarios americanos, deslumbrados por los poderes sobrenaturales de la joven Sophie Baker (Emma Stone). Stanley, quien sólo cree en sí mismo y desprecia a los charlatanes, se propone desenmascarar a la muchacha, a quien considera un fraude menor. Intuiciones, preguntas capciosas, jugadas de última hora, pero nada parece darle pistas. Sophie, la supuesta charlatana de quien Stanley comienza a enamorarse, puede ser una auténtica clarividente. Aunque menor en ambiciones que la anterior Blue Jasmine, Magia a la luz de la luna sigue siendo una obra sólida y atractiva en la carrera tardía de Allen. Sábado 25, Hoyts La Reina, 20.20 h.

Welcome to New York de Abel Ferrara

Abel Ferrara, uno de los realizadores más inclasificables del cine americano nacido a fines de los años 80, siempre ha pintado con destreza los bajos mundos, las pasiones impronunciables y los personajes al borde del fracaso. Lo viene haciendo desde El rey de Nueva York y Maldito policía, y lo vuelve a hacer en Welcome to New York, la cinta inspirada en el sórdido caso del ex jefe del FMI Dominique Strauss-Kahn. Aquí, para prevenirse de demandas, le cambian el nombre al pez gordo y lo llaman Devereaux (Gérard Depardieu), un trotamundos de la política y los negocios, pasajero clásico de hoteles y adicto al sexo por sobre todas las cosas. Su tragedia es la imposibilidad de moderar el lado salvaje, y no hay mejor actor que Gérard Depardieu (él mismo, algo decadente) para encarnar tal modelo de la impostura humana. Una de las mejores líneas del filme la tiene la esposa de Devereaux (Jacqueline Bisset): "Ayer ibas a ser el presidente de Francia y ahora estás en una cárcel de Nueva York". Filme implacable y cargado de sexo, como todo buen trabajo de Ferrara. Mi. 22, Hoyts La Reina, 22.30 h. Sá. 25, Parque Arauco, 22.30 h.

Whiplash de Damien Chazelle

Es la película de moda. La que se ubica en primera línea a la hora de dar la sorpresa en la próxima temporada de galardones y la que, además, se llevó el Gran Premio del Jurado en el Festival Sundance 2014. Su protagonista es Miles Teller, otro personaje de moda, principalmente a través de la cinta indie The spectacular now y la hollywoodense Divergente. En el rol de un joven baterista que busca la perfección en una exigente academia de la Costa Este, Teller luce como uno de los más dotados de su generación. La historia es clásica y quizás ya conocida. Podría haber transcurrido en un regimiento o en un equipo de fútbol americano, pero poco importa: lo mejor de este filme, del debutante Damien Chazelle, es la intensidad y emoción de cada toma. Teller, como Andrew Neyman, y J.K. Simmons, en el rol de un profesor y tutor que exige, reta y grita como instructor de Vietnam, son la médula de una cinta sobre la vocación, el talento y la disciplina, mucha disciplina. Ju. 23, Parque Arauco, 20.10 h. Hoyts La Reina, 22.50 h.

Mommy de Xavier Dolan

Con apenas 25 años, el canadiense Xavier Dolan ya lleva cinco películas en su acelerada carrera fílmica. También ha actuado, ha ganado premios, y con Mommy obtuvo el mayor: el Premio del Jurado en Cannes 2014, compartido nada menos que con Adiós al lenguaje, de Jean-Luc Godard. Dolan es un cineasta visceral y emocional, intuitivo y antirracional. A veces lagrimea en las conferencias de prensa, ríe mucho también y no tiene miedo a hacer de su cine su autobiografía. Su primera película fue Yo maté a mi madre. Ahora, con Mommy, da vuelta la tortilla y muestra que la madre no es el enemigo declarado de los rebeldes sin causa del mundo. Trata de comprenderla y la hace protagonista de esta historia agitada y explosiva. Ella es Diane (Anne Dorval), una mujer que limpia baños y traduce libros para vivir con cierta dignidad, mientras que su hijo adolescente, Steve, es un imposible caso de pirómano profesional y frecuente expulsado de los colegios. Gran película. Vi. 24, Hoyts La Reina. Sá. 25, 19.40 h.

La Once de Maite Alberdi

La directora Maite Alberdi sorprendió hace tres años al mostrar su impecable documental El salvavidas en el Festival de Valdivia. Una capacidad de observación soberbia, el uso inteligente del tiempo y el dramático sentido del ritmo hicieron de aquella película, ambientada en una playa de El Tabo, un pequeño tesoro del documental local. Ahora, en Sanfic, retorna con La once, filme que próximamente tendrá también su estreno en el Festival de Documentales de Amsterdam (IDFA), el más importante del mundo en su género. La once registra las vidas de un grupo de señoras ya ancianas que se juntan metódicamente a compartir té, galletas, pedazos de torta y trozos de vida desde que egresaron del colegio hace 60 años. Es un rito inquebrantable que sorprende y que nos habla de que detrás de aquella reunión hay algo más: probablemente experiencias inconfesables, temores primigenios, alegrías definitivas, recuerdos reveladores. La película demoró cinco años de rodaje y parte de una anécdota familiar: quienes se reúnen no son otras que la abuela de Maite Alberdi y sus inseparables amigas. Vi. 24, Parque Arauco, 20.45 h. Sá. 25, 18.00 h.

El cine independiente

Este es el segmento fuerte de Sanfic. En rigor, siempre lo ha sido, desde su primera edición en el año 2005. Algunas de las mejores cintas del circuito independiente estadounidense han pasado por acá, incluyendo trabajos como Wendy y Lucy, de Kelly Reichardt, y Goodbye Solo, de Ramin Bahrani. En esta edición también hay importantes ejemplos del más nuevo cine británico. Uno de ellos es El gigante egoísta (foto), de Clio Barnard, inspirado lejanamente en el cuento del mismo nombre de Oscar Wilde y con ecos dickensianos. La historia es la de dos adolescentes pobres del norte de Inglaterra que malviven recolectando chatarra para un bribón local. Otros dos interesantes trabajos de este país son Locke, donde Tom Hardy (Batman) es un jefe de construcción que toma una serie de cruciales decisiones mientras maneja su auto en la carretera, y The double, trabajo de Richard Ayoade basado en la novela de Dostoievski.

Latinoamérica presente

Los filmes de nuestro continente también han tenido una presencia importante en el festival. En 2005, por ejemplo, la obra ganadora fue Los muertos, del argentino Lisandro Alonso. Este año arriba del país transandino la celebrada cinta El ardor, de Pablo Fendrik (foto), presentada en Cannes 2014. Protagonizada por Gael García Bernal, es una fábula con características de western amazónico, acerca de un vagabundo llamado Kaí (García Bernal), quien encuentra cobijo en una casa de campesinos. Kaí se transformará en defensor de los atemorizados habitantes de la zona, victimizados siempre por terratenientes. Otro país con fuerte presencia es Colombia, con cintas como Mateo, de María Gamboa, premiada en Miami; Gente de bien, de Franco Lolli, seleccionada este año en el Festival de Cannes; o Ruido rosa, de Roberto Flores Prieto.

Los documentales destacados

Una de las películas estrella de Sanfic 2015 es nada menos que un documental: se trata de La imagen perdida (foto), del director camboyano Rithy Panh. Ganadora del premio de la competencia Una Cierta Mirada 2013 en Cannes y nominada este año al Oscar a Mejor Película Extranjera, es un ejercicio de memoria sobre los peores años del régimen dictatorial del Khmer Rouge en Camboya entre 1975 y 1979. Panh enlaza imágenes de archivo con personajes creados a partir de figuras de plasticina para reconstruir el genocidio y la barbarie cometida por Pol Pot. Entre los filmes locales también de no ficción destacan Palabras cruzadas, de Matías Cardone, y Genoveva, de Paola Castillo. El primero indaga en el universo de Gordon Matta-Clark en Nueva York, mientras que el segundo es la historia de la tatarabuela mapuche de la propia directora.

Estrenos del cine chileno

Con una nueve largometrajes en la Competencia Nacional, la producción chilena tendrá este año una sólida representación en Sanfic. Además, se mostrarán otras películas en secciones paralelas. En la carrera por el premio estará Aurora, la tercera cinta de Rodrigo Sepúlveda, protagonizada por Amparo Noguera y Luis Gnecco. Basada en un caso real, Aurora es la parábola de una mujer decidida a darle una justa sepultura a un recién nacido que encontró muerto en un basural de Ventanas. En la sección Maestros del Cine, en tanto, se dará Cirqo, la nueva cinta de Orlando Lübbert, que ahora cuenta las aventuras y malos tragos de dos prisioneros políticos que escapan de un fusilamiento y se refugian como payasos en un circo. Por último, en la muestra llamada Galas se exhibirán la versión cinematográfica de María Graham, de Valeria Sarmiento, y Gritos del bosque, la película en 3D de Jorge Olguín (Sangre eterna).