Si antes era común tener varios días de lluvia seguidos durante el invierno, al menos en la zona centro sur, las posibilidades hoy están bajando, y el registro de lo observado en los últimos 50 años muestra que hoy no sólo llueve menos en el año, sino que cuando llueve cae más cantidad en menos tiempo.
Una recopilación de datos registrados entre los años 1961 y 2015 en 40 estaciones de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), muestra tendencias hacia la disminución de precipitaciones en casi todo el país, con excepción del norte, donde se vive lo contrario.
En Puerto Montt, por ejemplo, la precipitación ha disminuido 95,6 mm por década, una pérdida que hoy se traduce en cerca de 500 mm menos de lluvia que hace 50 años, y 20 días menos de lluvia (4,1 menos por década). En Valdivia, la pérdida es de 69 mm por década y 18,5 días menos desde la década de los 60.
Mientras la zona es una de las que ha visto una baja en la intensidad de las precipitaciones, no pasa lo mismo hacia el centro-sur, donde también llueve menos, pero cuando ocurre llueve más en menos tiempo.
En Valparaíso, la precipitación está disminuyendo 2,5 mm por década, y hay cinco días lluviosos menos que hace 50 años, "sin embargo, la intensidad muestra tendencia al alza, eventos más extremos. Eso se ve también en varias estaciones de la región", señala Ricardo Vásquez, meteorólogo de la Oficina de Cambio Climático de la DMC. Así, en los eventos extremos llueve aproximadamente 40 mm más que hace 50 años, agrega.
Con todo, a la hora de hacer el balance anual, la mayoría de las estaciones meteorológicas en el país quedan en déficit, situación que se repite desde ya varios años (casi una década, en algunos) y que sigue una tendencia a la baja proyectada por los modelos de cambio climático.
Las explicaciones
Los especialistas señalan que la situación actual se explica tanto por la variabilidad natural (fenómenos como El Niño y La Niña), pero también por el cambio climático.
Un estudio liderado por Juan Pablo Boisier, investigador del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2) -y publicado el año pasado en la revista Geophysical Research Letters- detectó que el 25% de la actual megasequía que afecta al país es debido al cambio climático, pero no hay otros estudios de atribución que indiquen cuánto de lo que ocurre hoy con los eventos extremos es por ello. "La hipótesis es que por cambio climático los eventos de precipitación extrema deberían aumentar, pero no hay estudios", dice Boisier.
"Hay fenómenos naturales que se asocian a eventos de precipitación extrema en la zona centro-sur, como las tormentas cálidas, por ejemplo, las cuales están asociadas a ríos atmosféricos, que son característicos en años con evento cálido de El Niño, o casos de baja segregada como el que afectó en el norte el año 2015", dice Vásquez. Dichos fenómenos se pueden presentar durante períodos secos como el actual en la zona centro-sur y generar montos altos de precipitación, aunque no logran revertir el déficit pluviométrico, "se necesita una mayor frecuencia de eventos o días con precipitación, situación que no está ocurriendo actualmente", agrega el meteorólogo.
Las proyecciones de cambio climático a largo plazo, indican una disminución de la precipitación para la zona centro-sur del país, situación que se ha ido observando en los registros. Pero para los eventos extremos de precipitación -que deberían aumentar a escala global, pues con el calentamiento hay más agua precipitable disponible-, es difícil aún vincular estas tendencias, dice Vásquez.
"En general, lo que se ve es que en el sistema climático con calentamiento se exacerba la evaporación oceánica, hay mayor evaporación y eso produce eventos más convectivos, violentos", explica Pablo Sarricolea, académico del Departamento de Geografía de la U. de Chile.
Es normal que haya menos lluvia, que los montos totales anuales sean menores y que la precipitación sea más violenta, porque se concentra en menos días, dice. Pero no todos los datos registrados por la DMC indican que esa tendencia vaya a continuar, explica, sino sólo aquellos que son estadísticamente significativos, como lo que ocurre con la cantidad de precipitación desde Valdivia al sur o con el número de días con precipitación en Concepción, por ejemplo, que también viene bajando a razón de 2,1 días por década.