El peor día de contaminación por material particulado fino (MP 2,5) vivió ayer Santiago, lo que se tradujo en la primera preemergencia ambiental del año, cuando la calidad del aire se torna crítica para la salud de las personas.
El modelo que predice los índices de polución usado por la Intendencia de la Región Metropolitana y el Ministerio de Medio Ambiente, falló el viernes pasado, según expertos, porque mostró que sólo se produciría una alerta, lo que implica medidas menos estrictas. En cambio, cuando se anuncia una preemergencia rige restricción a dos dígitos de vehículos catalíticos, paralizan casi 1.000 fuentes industriales y se prohibe el uso de leña y quemas de todo tipo.
Marcelo Mena, subsecretario de Medio Ambiente, aseguró que el sistema de pronóstico no erró: "no se puede predecir que haya una condición anómala de congestión y mayores emisiones". Sin embargo, era conocido que el viernes pasado habrían atochamientos en la capital debido a los desvíos en Providencia y por el partido de la selección que lleva a que las personas se movilicen por la ciudad. La zona con mayor carga de esmog en la capital fue Cerro Navia, que comenzó a marcar a las 5 de la mañana una preemergencia ambiental.
Patricio Pérez, investigador de la U. de Santiago, criticó que el gobierno no detectara que ayer sería la jornada con mayor polución en lo que va del año: "debió haberse previsto lo que sucedería. En mi opinión, el factor de ventilación que pronostica la Dirección Meteorológica de Chile (flujos de viento que limpian la cuenca) y que nosotros usamos como dato, debió ser 'malo' y no 'regular'".
Según el subsecretario, pese a lo sucedido ayer, este año bajó el MP 2,5: se han constatado ocho alertas ambientales y solo una preemergencia. El año pasado en este fecha eran 16 alertas y dos preemergencias.b