En presencia de delegaciones de 74 países y organizaciones internacionales, el Presidente colombiano, Juan Manuel Santos, jurará hoy su segundo mandato, hasta 2018.
Durante la ceremonia, que se realizará en Bogotá ante el Congreso pleno, se prevé que el mandatario entregue los ejes principales de su estrategia gubernamental. En este sentido, al rendir cuentas sobre su gestión 2010-2014, Santos enfatizó el domingo que, tal como lo prometió durante la pasada campaña presidencial, su gran objetivo a cumplir en esta nueva etapa es la consolidación del proceso de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc). Actualmente, en el diálogo que se desarrolla en La Habana desde noviembre de 2012, sólo quedan dos de cinco puntos fundamentales que discutir: las reparaciones a las víctimas y los mecanismos para finalizar el conflicto. "En este momento, el gran reto de la paz es ir sembrando esa paz, la cual vamos a ir construyendo entre todos", aseguró entonces Juan Manuel Santos.
Aunque las conversaciones irían bien encaminadas, en las últimas semanas la tensión ha ido en aumento, a medida que los guerrilleros han incrementado sus ataques en varias zonas del país (incluidas las voladuras de puentes y oleoductos) y sus negociadores en Cuba han reforzado sus declaraciones incendiarias contra el gobierno. Según la revista colombiana Semana, esta arremetida de las Farc obedecería al hecho de que "la negociación está llegando a un punto decisivo". Por otro lado, Semana señala que el gobierno también tiene un doble discurso, dado que "mientras el presidente habla de paz, el ministro de Defensa habla de guerra".
Consultado sobre la posibilidad de que la mesa de diálogo quede vacía, el analista político colombiano Diego Cediel comentó a La Tercera que "no es probable que se rompan los diálogos. A ninguna parte le conviene. Las Farc reciben más oxígeno político y mediático estando en La Habana que por fuera. Y a Santos le significa mantener su principal arma política y su objetivo más ambicioso". El analista Javier Loaiza, sin embargo, dijo a este medio que, en su opinión, el presidente colombiano, "como hábil jugador de póquer, es capaz de levantarse de la mesa (de negociaciones) en el momento que crea que le conviene".
Además de la apuesta por la paz con las Farc, Santos inicia su segundo mandato con otro desafío muy similar, dado que también existen tratativas similares con el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
En cuanto a otras áreas del acontecer colombiano, ambos analistas coincidieron en que la deuda de Juan Manuel Santos es enorme. Para su primer gobierno "prometió un paquete de proyectos y reformas sustanciales -educación, salud, justicia, infraestructura, vivienda- que se han quedado en buenas intenciones o a medias. (En los próximos cuatro años, debiera) concretar al menos la mitad del anterior paquete de reformas que le urgen al país. Dedicarse en exclusivo al proceso de paz, como lo ha venido haciendo, no le da frutos políticos", agregó Cediel.