Según se informó, un representante de una planta de procesamiento de carne viajará a China próximamente para negociar un trato para exportar sapos de caña para consumo humano.
La compañía afirma que el veneno del vilipendiado animal es altamente preciado en el país asiático por sus cualidades como tratamiento medicinal.
Pero en Australia, donde se calcula que hay unos 200 millones de ejemplares del animal, se ha convertido en una gran amenaza para la vida silvestre nativa.
El veneno del sapo de caña, Rhinella marina, también conocido como sapo marino, contiene toxinas que en la medicina tradicional china son utilizadas como estimulante cardíaco y como diurético, y se usa para remedios contra la sinusitis y el dolor de muelas.
También se cree que la piel y órganos del animal poseen poderosas cualidades terapéuticas.
Tal como le dijo a la BBC John Burey, empresario del estado de Queensland en el norte de Australia, aunque en el país estos animales están diezmando a las poblaciones silvestres, en China hay una gran demanda para las exportaciones de sapos vivos, tanto por la carne del anfibio como por las propiedades curativas de su veneno.
"Los chinos han utilizado sapos de caña en su medicina tradicional durante muchos, muchos años", dice.
"Por eso pensé que posiblemente teníamos una oportunidad para tratar de convertir esta plaga en algo más provechoso para el país".
POBLACION AMENAZADA
El veneno del sapo de caña, que puede recorrer todo su organismo, es producido por unas enormes glándulas localizadas sobre la espalda.
Cuando el animal se siente amenazado segrega el veneno en un fluido blanco alcaloide, conocido como bufotoxina, que contiene componentes que son muy tóxicos para muchos animales.
Puede matar perros, gatos, cocodrilos de agua dulce y serpientes grandes.
También puede causar ceguera temporal y fuerte dolor en seres humanos si el veneno entra en los ojos o la boca.
El animal, que tiene una piel seca y verrugosa, también es capaz de inflar sus pulmones para parecer más grande ante los depredadores.
Estas criaturas son nativas de América, principalmente centro y Sudamérica. Pero debido a su voraz apetito ha sido introducido en muchas regiones como método agrícola de control de plagas, como sucedió en Australia.
El sapo fue introducido en el estado de Queensland en la década de los '30 en un intento fallido de erradicar al escarabajo que estaba destruyendo las plantaciones caña de azúcar.
John Burey, viajará a Pekín el próximo mes para tratar de llegar a un trato con sus clientes potenciales.