El soldado estadounidense Bowe Bergdahl, quien permaneció secuestrado por los talibanes durante cerca de cinco años y fue devuelto a su país a cambio de la liberación de cinco talibanes, retomará la actividad militar, informó el ejército estadounidense el lunes.
"Va a retomar su actividad normalmente" en una base de Texas (sur de Estados Unidos), un mes y medio después de haber sido liberado, señaló el ejército en un comunicado.
Desde su regreso a Estados Unidos, el 13 de junio, el soldado de 28 años estaba recibiendo tratamiento médico y psicológico en el centro Broke del ejército, en San Antonio, Texas.
El Ejército explicó que "la investigación sobre las circunstancias de la captura" del sargento Bergdahl en 2009 continúa. La medida fue anunciada tras insistentes especulaciones sobre la posible deserción del sargento antes de ser secuestrado. En ese caso podría ser objeto de enjuiciamiento por parte de las autoridades militares.
El intercambio de Bergdahl por talibanes provocó una tormenta política en Washington, donde se acusó al presidente Barack Obama de no haber informado de ello al Congreso, como indica la ley, y de haber sentado el precedente de negociar con secuestradores.
Los republicanos lo acusan de haber hecho un intercambio cuyo precio es demasiado alto. Algunos afirman que seis soldados estadounidenses fallecieron en las operaciones realizadas para encontrarlo, una cifra no confirmada.
Además, un ex soldado de la unidad del sargento aseguró el mes pasado que la captura de Bergdahl se dio en realidad a raíz de su deserción premeditada, dado que había mandado previamente sus efectos personales a casa y luego fue visto en una ciudad cercana, solo.
Bowe Bergdahl exigía poder "disparar y asesinar" a los talibanes, aseguró su compañero, quien pidió que la Justicia militar lo condenara.
"Él no entendía por qué se hacían misiones humanitarias en lugar de acorralar a los talibanes", añadió Cody Full, ante una comisión de la Cámara de Representantes.
El gobierno de Obama defendió su actuación ante este caso argumentando que tiene la obligación de traer a casa a sus soldados.