El Presidente de Francia y candidato a las elecciones de su país, Nicolas Sarkozy, negó hoy las acusaciones del ex jefe del FMI Dominique Strauss-Kahn (DSK), en las que reactiva la teoría de una conspiración política detrás del escándalos del Sofitel de Nueva York y le pidió que explique sus dichoso "ante la justicia" y que se calle.
"¡Ya es suficiente! Le digo al señor Strauss-Kahn que se puede explicar ante la justicia y ahorrarse sus comentarios", dijo Sarkozy en un acto de campaña en Clermont-Ferrand donde ironizó con DSK y dando su "apoyo moral" a Francois Hollande, su rival.
En una entrevista publicada hoy por el diario británico The Guardian, el ex responsable del FMI atribuyó el escándalo que destruyó su candidatura a la presidencia de Francia a enemigos políticos vinculados a Sarkozy y a la gobernante Unión por un Movimiento Popular (UMP).
Visiblemente enfadado, Sarkozy atacó duramente al político socialista. "Respeto profundamente la presunción de inocencia, pero cuando uno está acusado de lo que él está acusado, hay que tener un mínimo de dignidad y de pudor para callarse y no añadir todavía más indignidad", afirmó.
El Presidente recordó que durante todo el proceso contra DSK, tanto en Nueva York, donde fue acusado de violación por la camarera de un hotel, o en Francia, donde está procesado por proxenetismo agravado, ni él ni su entorno atacó al ex ministro socialista.
"No nos mezclamos, no utilizamos esos casos, nos tapamos la nariz, no los comentamos, porque comentar esas cosas indignas es mancharse un poco", afirmó.
Pero "ahora, en plena campaña de las presidenciales, que el señor Strauss-Kahn se dispone a dar lecciones morales y decir que yo soy el único responsable de todo lo que le sucede, es preciso contestar porque es demasiado", agregó. Sarkozy dejó entrever que las declaraciones del político galo estaban inducidas por su oponente para la segunda vuelta del próximo día 6, el socialista François Hollande.
"Hollande ha apelado a un refuerzo de una talla moral de peso. Ahora ya la familia está al completo", ironizó.
En la entrevista en The Guardian, Strauss-Kahn muestra sus sospechas de que fue sometido a una vigilancia de los servicios secretos franceses semanas antes de su detención y acusa a gente vinculada a Sarkozy, de haber intervenido llamadas telefónicas. El exdirector del FMI era entonces el favorito de las encuestas para convertirse en el candidato socialista a la presidencia de Francia.
Pero su detención en Nueva York acusado de violación por una empleada del hotel Sofitel acabó con su carrera política.