El Presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, dijo hoy en París que el malestar que sufrió el domingo pasado cuando trotaba, fue sólo una cuestión de energía.

"Me quedé sin gasolina, como a todo el mundo le puede pasar", dijo el Mandatario al término de una reunión de gabinete en el Palacio del Elíseo antes de las vacaciones que pasará con su esposa y sus hijos a orillas del Mediterráneo.

El domingo pasado, el político consevador de 54 años se sintió mal mientras corría cerca de su residencia en Versalles, y fue llevado al hospital, donde pasó la noche en observación.

"Tuve un golpe de fatiga, pero quiero decir a los franceses que mi salud es buena", insistió el Presidente, quien también agradeció los mensajes enviados por numerosos Mandatarios extranjeros preocupados por su salud.

"He pasado toda una serie de exámenes que dan como resultado que no tengo nada", añadió el activo Mandatario.

"Tengo que descansar", concluyó Sarkozy, quien ahora inicia tres semanas de vacaciones con su esposa Carla Bruni, en la casa que la familia de la cantante tiene en Cap Negre, en la Riviera francesa.