El Presidente de Francia  Nicolas Sarkozy se lanzó plenamente a la campaña por la próxima elección presidencial francesa, dejando sólo en suspenso la fecha exacta de su candidatura oficial.

Se ignora todavía la forma en que se hará, pero podría anunciarse sin duda la semana próxima, quizás el 16 de  febrero, poco más de dos meses antes de la primera vuelta de los comicios,  el 22 de abril.

La información fue corroborada por el propio Sarkozy al declarar al  respecto que "la cita se acerca", y sobre todo por su partido, la Unión por un  Movimiento Popular (UMP), que anunció hoy un primer "gran mitin"  de apoyo que tendrá lugar el 19 de febrero en Marsella.

Ante los sondeos que prevén una amplia ventaja de su adversario socialista  François Hollande, el Presidente decidió acelerar su calendario inicial de entrada oficial en campaña, que sus cercanos situaban todavía la semana pasada  a fines de febrero o principios de marzo.

Lo hizo a través de una entrevista que publicará el sábado el semanario Le  Figaro Magazine, pero cuyo contenido fue puesto ya a disposición de  la prensa francesa.

Nicolas Sarkozy volvió a recurrir a la estrategia con la que ganó la  elección presidencial en 2007, cuando atrajo a los simpatizantes del partido de  extrema derecha Frente Nacional (FN).

Decidió por ello iniciar su campaña con temas de sociedad, tras haber  consagrado sus últimas decisiones de presidente a cuestiones económicas, en  particular un aumento del IVA, una disminución de las contribuciones sociales  de las empresas y la instauración de una tasa a las transacciones financieras.

Pero a causa de la crisis y del carácter cada vez más técnico de los temas  económicos, sean éstos la deuda o la fiscalidad, optó por no centrar el  comienzo de su campaña sobre estos temas, estima la prensa francesa.

En su entrevista, Sarkozy manifestó su oposición al derecho de voto de los  extranjeros (salvo los de la Unión Europea) y al matrimonio homosexual, propuso  reformas restrictivas de los derechos de los desempleados y de los extranjeros  e invocó los valores del trabajo, la familia y la autoridad, todos ellos temas  sensibles para el electorado derechista.

"Es un retorno a los valores", elogió el ministro de Transportes, Thierry  Mariani, uno de los dirigentes de la corrientes más derechista de la mayoría  gubernamental.

Sarkozy asume con ello el riesgo de distanciarte del sector más centrista  de la derecha, como dijo temer el ex portavoz de UMP Dominique Paillé.

"¹Cuidado! A fuerza de cazar en tierras populistas podría haber ruptura con  el electorado centrista humanista", estimó Paillé, calificando las  declaraciones de Nicolas Sarkozy de "giro muy peligroso".

El jefe de Estado fue rápidamente acusado también por la candidata  ecologista a la presidencial, Eva Joly, de "cazar en las tierras de la extrema  derecha". Palabras repetidas de manera casi idéntica por el diario Le Monde,  que en primera plana de su edición del viernes escribe: "Sarkozy caza en las  tierras del Frente Nacional".

"Quiere reimplantarse en el electorado de 2007 que fue decepcionado y  recuperar 5 ó 6 puntos para volver a encontrar el 31% de la primera vuelta hace  cinco años", interpretó un responsable de la UMP.

ENCUESTAS
Todas las encuestas sitúan hoy a François Hollande en primer lugar de las  intenciones de voto por amplio margen, con 29-30% en la primera vuelta, delante  de Sarkozy (24-25%), la dirigente de la extrema derecha Marine Le Pen (18%) y  el centrista François Bayrou (13%). En la segunda vuelta, el candidato  socialista ganaría con 60% según algunos sondeos.

Con su discurso de "giro total a la derecha", recalcado por toda la prensa  francesa, el presidente saliente se expone asimismo a la acusación de querer  aprovecharse de una eventual imposibilidad de Marine Le Pen de presentarse a la  elección.

El efecto, la candidata del Frente Nacional afirma que no está segura de  obtener las 500 firmas de ediles necesarias en Francia para presentarse a la  elección presidencial, cuya segunda vuelta se celebra el 6 de mayo próximo.

Nicolas Sarkozy hace la "apuesta extremadamente peligrosa" de la ausencia  de Marine Le Pen, declaró el socialista Vincent Peillon, allegado de Hollande.