Dos años después de haberse despedido de la escena política tras su derrota por la presidencia en 2012, el ex presidente francés, Nicolás Sarkozy, proclamó ayer su regreso.
Sarkozy anunció a través de Facebook su candidatura a la presidencia de su partido, la conservadora Unión por una Mayoría Popular (UMP), que desde su retiro se encuentra dividida en conflictos internos.
Por eso, en su retorno Sarkozy propone "transformar de arriba abajo en tres meses las condiciones para una nueva y gran coalición que se dirigirá a todos los franceses sin ningún espíritu partidista", y así postular con una carta fuerte para los próximos comicios de 2017.
El ex mandatario dice ser un apasionado por su país como para verlo condenado a elegir "entre el espectáculo desesperanzado del presente y la perspectiva de un aislamiento sin salida". Con esto, Sarkozy hace referencia a la impopularidad de su sucesor y actual mandatario, el socialista François Hollande, y a la líder del Frente Nacional, la nacionalista Marine Le Pen.
Con un pesado bagaje judicial a sus espaldas, Sarkozy tendrá dos meses para hacer campaña por el control del UMP contra figuras como los ex primeros ministros Alain Juppé y François Fillon.