Como un gran avance en materia científica y tecnológica fue catalogado durante su presentación oficial el nuevo Sistema Satelital de Observación Terrestre (SSOT) chileno, que comenzará a estar operativo a partir de febrero del 2010.
Para la puesta en marcha del proyecto cívico-militar, casi 20 profesionales chilenos viajarán en las próximas semanas a la Escuela Espacial de Toulouse, Francia, para capacitarse en la producción y el manejo del satélite, que fue adquirido a la empresa europea EADS en un proceso de licitación internacional.
El proyecto tiene varias funcionalidades, una de ellas es está relacionada con la seguridad nacional. Según las autoridades, este satélite podrá captar imágenes de alta resolución de cualquier lugar del planeta, incluso a una distancia de 1.300 kilómetros en apenas 3,2 minutos, lo que facilitará la vigilancia de fronteras.
Hasta el momento, esas imágenes debían ser compradas a satélites de otros países (Brasil tiene nueve aparatos en órbita, México tres, Argentina dos) a precios bastante elevados, por lo que para la implementación del SSOT se levantarán varias antenas a lo largo del país, que recibirán las imágenes que mande aparato.
A pesar de entrar tarde a la órbita vecinal, la resolución será la mejor de todos los sistemas satelitales latinoamericanos, con una definición de 1,45 metros por pixel para blanco y negro y 5,8 metros por pixel para imágenes multiespectrales (color e infrarrojo).
OTROS BENEFICIOS
El SSOT -que pesa 130 kilogramos y tiene una vida útil de al menos cinco años- aportará datos al urbanismo y la ordenación del territorio, se podrán planificar infraestructuras o vigilar catástrofes naturales, pues podrá identificar rutas de escape, localización de albergues y zonas de inundación, por ejemplo.
Además, podrá realizar estudios sobre el fenómeno de "El Niño" y verificar cuáles son los ríos o zonas contaminadas, entre muchas otras aplicaciones.
Uno de los creadores del satélite, el astrofísico Rolando Hernández -Director del Laboratorio de Teledetección Satelital (LTS) dependiente de la Universidad de Concepción-, señaló que este sistema presenta más de 150 áreas de aplicación y que uno de sus fines primordiales es monitorear el cambio climático global y los impactos medioambientales, a través de fotografías enviadas a las antenas receptoras.