"Se está distorsionando el sistema". Así la ministra de Educación, Carolina Schmidt se refirió a la polémica que inicio el viernes el rector del Instituto Nacional al anunciar un recurso de protección en contra del ranking de notas y la noticia de hoy del Liceo 1 de "suplir la diferencia negativa de las notas equiparándolas a otros contextos escolares" y que supone la "inflación" de las calificaciones.
Según la titular del Mineduc, la fórmula utilizada por el Consejo de Rectores "no genera un ranking puro, si no que duplica las notas de enseñanza media. Esto genera importates distorsiones e incentiva a los establecimientos a subir artificialmente las notas como una forma de compensar un mecanismo de selección universitaria".
Según un documento extraído de la página Web del Liceo 1, "si bien el objetivo del ranking en su esencia presenta un espíritu positivo al reconocer el desarrollo académico de los estudiantes más vulnerables, no se consideraron la realidad de aquellos establecimientos que efectivamente logran niveles de aprendizaje significativos y competitivos respecto del ingreso a la educación universitaria".
Es más, tampoco se reconoce que "en su matrícula incluyen a porcentajes relevantes de estudiantes vulnerables y en su totalidad a jóvenes procedentes de familias con recursos limitados".
Por ello, el emblemático recinto durante el año 2012 estudió el tema y manifestó dos medidas paleativas. "La primera es postergar la aplicación de ranking hasta el año 2016 para que todo estudiante disponga de la información necesaria para enfrentar esta nueva modalidad, de lo contrario nos parece que se están cambiando las reglas durante el proceso, cuestión que perjudica los legítimos intereses y derechos de nuestras estudiantes", señala el texto.
Una medida que recoge el Mineduc. "Creemos que el Cruch debe adoptar la fórmula que ha recomendado el Ministerio que establece un ranking puro y que evita estas situaciones. Porque creemos que lo que estamos viendo hoy, refleja que la fórmula de cálculo utilizada incentiva a los establecimientos a tomar medidas que varien la escala de notas", aseguró Schmidt.
De tal formal, el texto señala que el recinto "aprobó la aplicación a partir del segundo semestre del año en curso para el nivel 4° medio y para la totalidad de la enseñanza media del 2014, el denominado Factor Javierino, el cual en términos simples reconocería el esfuerzo de las alumnas, supliendo la diferencia negativa del NEM equiparándolo a otros contextos escolares, manteniendo así la competitividad en igualdad de condiciones sin perder el nivel académico que nos identifica".
Al respecto, Schmidt aseguró que "el liceo 1 ha usado la libertad que tiene para establecer la escala de notas que considera más adecuada dentro del rango que establece el decreto de 1 a 7. Ellos tienen absoluta autonomía para asignar el valor de las notas si considera que un 55 merece una nota 70 como final de promedio".