La nueva ministra de Educación, Carolina Schmidt, se refirió a su nombramiento y a los desafíos de su nueva cartera y al mismo tiempo hizo un llamado transversal a la clase política a hacer "una gran autocrítica", tras la destitución de Harald Beyer.

"Después de lo ocurrido en las últimas semanas, donde hemos perdido a un gran servidor público, a un experto en educación, transversalmente reconocido, no es el momento de victimizar a ninguna persona  ni a ningún grupo político. Es el momento de realizar una profunda autocrítica, y veamos y establezcamos los mecanismos para avanzar en el diálogo y encontrar los acuerdos que permitan seguir avanzando en la profunda reforma educacional que nuestro país requiere", dijo Schmidt.

En cuanto a la reforma que deberá encabezar, la nueva titular dijo que "la educación es la principal fuente de equidad social y no puede ser un sistema que incremente las inequidades. Es esa la reforma que el Presidente Piñera me ha encargado seguir liderando. Tiene toda mi convicción de avanzar en un proceso de diálogo para tener la reforma que el país merece".

Si bien dijo que "el proceso de diálogo tiene que ser con todos los sectores", enfatizó que esto se debe realizar "en el parlamento. Es ahí donde debemos sacar adelante la reforma que el país se merece".

Consultada sobre la postura frente al lucro planteada por el Piñera, Schmidt dijo que "el Presidente fue muy claro. Si nosotros entendemos por lucro, el abuso, la injusticia, la usura que muchas veces se comete, eso no lo aceptamos".

"No estamos de acuerdo con la injusticia, con usura, con el enriquecimiento ilícito a costa de la calidad de la educación. Lo que nosotros defendemos como país es la calidad en la educación. Una educación que llegue a todas y todos, una educación justa, una educación equitativa  que sea la fuente de igualdad de oportunidades", enfatizó.