El piloto alemán Michael Schumacher, quien sustituirá al brasileño Felipe Massa en las próximas carreras del Mundial de Fórmula Uno, aseguró que vuelve a competir por "lealtad" hacia la escudería italiana Ferrari y no porque busque liberar adrenalina sobre el monoplaza.
"Vuelvo por fidelidad hacia el equipo", comenta el alemán en una entrevista que publica hoy el diario turinés La Stampa, en la que Schumacher afirma que no se puede olvidar de que su vuelta a la Fórmula Uno es consecuencia de "una situación desafortunada", el accidente en el que resultó gravemente herido Massa.
El siete veces campeón del Mundo de Fórmula Uno se entrena duro para perder algunos kilos que le sobran y poder estar listo para competir de nuevo con Ferrari en el Gran Premio de Valencia, donde volverá a sentir la emoción de la competición.
"Es verdad que cerré el capítulo de la Fórmula Uno desde hace bastante tiempo, pero no es la adrenalina lo que busco con mi retorno. Siempre estaba bastante relajado cuando corría y el latido de mi corazón era normal. Amo la emoción del duelo que se puede producir al volante", asegura Schumacher.
"Puedes sentir el efecto de la adrenalina lanzándote desde un avión (...) Obviamente percibes la adrenalina cuando estás a punto de comenzar una carrera o cuando sobrevives a un accidente. Pero no he hecho nada, ni siquiera carreras en moto, para sentir de nuevo la adrenalina. Lo he hecho por puro placer", añade.
El alemán le desea todo lo mejor a Massa en su recuperación del accidente que tuvo durante los clasificatorios del Gran Premio de Hungría y comenta que no ve la hora de empezar a rodar sobre la pista con el F60.
"Es muy diferente cuando no compites y estás en el box como espectador: no sientes las mismas sensaciones porque al volante de un monoplaza estás completamente involucrado en todos los detalles", incide.
Schumacher reconoce que el estado de los coches de Ferrari este año no es el mejor que se podría desear y que el hecho de no estar logrando grandes resultados en el Mundial de Fórmula Uno es un problema que debe ser resuelto en fábrica.
"Los problemas que hemos tenido con el coche este año no podían ser resueltos sólo corriendo en pista. Cuando comenzamos la temporada estábamos un segundo por detrás de los dos primeros vehículos. Ese tiempo supone una gran diferencia sobre la pista, en la distancia a recorrer. Pero estos problemas deben ser resueltos en fábrica", apunta.