Michael Schumacher es considerado el mejor piloto de Fórmula 1 de la historia. Por eso, su retorno a las pistas en las últimas dos temporadas, luego de retirarse a fines de 2006, estuvo marcada por la expectativa de verlo correr nuevamente un bólido.
Sin embargo, y más allá de los resultados, "Schumi" decidió ponerle fin nuevamente a su carrera, esta vez de manera definitiva, con el Gran Premio de Brasil como corolario de su exitoso andar en el asfalto y nuevamente como anfitrión del adiós del teutón, quien recibirá una despedida "sorpresa" por parte de la organización.
Tal cual ocurriera en 2006, cuando el astro del fútbol Pelé le entregó un trofeo al siete veces ganador de F1, el circuito de Interlagos será el encargado de recibir a Schumacher por última vez en las pistas. "Va a estar sorprendido. Estamos hablando con Bernie (Ecclestone) y creo que a Schumacher le va a gustar lo suficiente", afirmó Claudia Ito, directora ejecutiva de operaciones del GP de Brasil, en declaraciones que recoge Globoesporte.
El llamado "Pelé de la Fórmula 1" pasó cuatro años en el retiro antes de volver a probar suerte en 2010, en la escudería Mercedes GP. Sin embargo, su "segunda vuelta" en la Fórmula 1 tuvo más de agraz que de dulce, ya que en tres temporadas solo pudo estar en un podio, lo mismo en el caso de la pole position.
Por lo mismo, desde hace varios veces el alemán había estado pensando en el retiro, ya que a los 43 años se encontraba desanimado por no encontrar su mejor nivel.
De esta forma, y como un símil de lo ocurrido en 2006, el Gran Premio de Brasil en Interlagos le dirá adiós a Michael Schumacher, tratando de sorprender al heptacampeón de la Fórmula 1 con una sorpresa a la altura de sus títulos.