Desde que comenzó a aplicarse en 2004, la Prueba de Selección Universitaria ha sido foco de distintos cuestionamientos de parte de expertos y entidades que acusan un caracter segregador en la aplicación del test. Este año no fue la excepción, ya que en el mismo día que el Demre publicó los resultados, el Colegio de Profesores y la Confech, por ejemplo, pusieron en la palestra sus críticas.

Fue la misma ministra de Educación, Adriana Delpiano, quien se alineó a los planteamientos, asegurando que la PSU es una prueba que "no mide aptitudes, sino más bien, conocimiento, y ese es un tema que produce una distorsión y perjuicio". Además, agregó que si bien los cambios no son de un día para otro, sí debiera "estudiarse un mejor mecanismo" para su reemplazo.

A raíz de esto, tres expertos, en conversación con La Tercera, discuten acerca de su efectividad y de cuáles son los mejores mecanismos para medir las capacidades de quienes buscan ingresar a la educación superior.

PESO EXCESIVO

De acuerdo al director del centro UC para la Transformación Educativa, Centre, Ernesto Treviño, el problema es el "peso excesivo que tiene la PSU" en el sistema de admisión.

En ese sentido el especialista señaló que es necesario ir reduciendo el rol que tiene el examen en el ingreso de los estudiantes a la universidad, debido a que el que el sistema de educación es "masivo y no selectivo".

Así, el sistema que parece ser más adecuado para Treviño, es uno similar al de Estados Unidos, donde se consideran actividades anexas a las académicas del colegio. "Hay que tomar en consideración elementos de carácter social, emocional, del liderazgo de los estudiantes; que son elementos que también ayudan a mejorar el sistema de admisiones y ofrecen oportunidades a estudiantes provenientes de distintos estratos sociales", dice.

Según explicó, "las personas que participan en organizaciones sociales, actividades artísticas, deportivas durante su educación básica y media, son personas que muestran rasgos de liderazgo. Que son tanto más importante que el rendimiento en una prueba para predecir desempeño académico y desempeño laboral posterior".

CARÁCTER SEGREGADOR

Por otro lado, el profesor de Filosofía y doctor en Ciencias de la Educación de la Universidad de Santiago Jaime Retamal, señala que el examen de admisión es segregador debido a su carácter de prueba estandarizada. "Todos los estudiantes independientes de su condición participan de esta prueba estandarizada; y obviamente aquellos que vienen de una condición más vulnerable ante una prueba estandarizada se comportan de una manera más vulnerable".

Retamal indica que el problema no pasa por cambiar el examen, sino va más allá y considera que tiene relación con el sistema educacional chileno. "La PSU es la punta de un iceberg de un problema bien profundo, qué tiene que ver con el tipo de sociedad que estamos construyendo y de la calidad generalizada de la educación".

Para el experto, es necesario preguntarse cómo queremos el sistema educacional, qué tipo de profesionales buscamos, el tipo sistema económico, entre otros y con ello pensar en los mecanismos que se implementan para que los estudiantes entren a la educación superior.

Además, añadió que se debería usar una prueba común que mida conocimientos y otra que, dependiendo de la carrera a que el estudiante busca postular, permita determinar si posee las habilidades necesarias para ingresar a ésta.

SISTEMA DE ADMISIÓN

Para el director del Magíster en Liderazgo y Gestión Educativa de la Universidad Diego Portales, Gonzalo Muñoz"se agotó el ciclo de la PSU como responsable de asignar oportunidades para los estudiantes" y aseguró que ésta refleja la desigualdad del país.

El académico de la UDP manifestó que el problema está en el sistema de admisión y no en la PSU. "Es importante reemplazarlo por un mecanismo más complejo, más justo, que reconozca las trayectorias de las estudiantes durante la etapa escolar y que se combinen distintos instrumentos".

Muñoz explicó que los mecanismos pueden ser pruebas especializadas para el tipo de carrera que buscan los estudiantes, para lo cual sugirió establecer un sistema de cupos que "asegure el acceso de estudiantes de distinto origen socioeconómico".