La Comisión del Codex Alimentarius decidió el martes en su reunión en Ginebra que el abono animal no debe ser usado para fertilizar la lechuga y otras verduras frescas que se venden "listas para comer", con el fin de evitar peligrosas enfermedades.

El agua contaminada también deberá mantenerse alejada de los productos envasados que no estén tratados con calor, dijeron los expertos de Codex, fijando nuevos parámetros que podrían cambiar las normas de la producción y la cosecha en todo el mundo.

"El problema es global", dijo Jorgen Schlundt, director de  seguridad de los alimentos y zoonosis de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que asoció el uso de abono animal en la agricultura con la aparición de enfermedades en Estados Unidos y otras partes del mundo.

"Tiene sentido en una serie de sistemas de producción, pero cuando se producen ensaladas frescas que no son tratadas con calor, aparece un problema", agregó.

NIVELES MINIMOS

Codex, un organismo conjunto de la OMS y la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO por su sigla en inglés), establece las reglas de seguridad de los alimentos para importadores y exportadores.

En su discusión sobre la melamina, el panel acordó que usar niveles mínimos del químico, que sirve para fabricar plástico, fertilizantes y hormigón, podría ser seguros para el consumo humano.

También fijó límites máximos de 1 miligramo (mg) por kilo de fórmula infantil en polvo y 2,5 mg por kilo de otras comidas y alimentos para ganado.

Angelika Tritscher, experta en seguridad de los alimentos de la OMS, dijo que ciertos pesticidas pueden emitir pequeñas cantidades de melamina. Lo mismo ocurre cuando la comida entra en contacto con platos de plástico duro, la superficie de la mesa o algunos equipos de procesamiento de alimentos.

El cuerpo humano puede tolerar esta "contaminación natural" de melamina en pequeñas dosis, a diferencia del agregado intencional del compuesto en la leche china, que dejó al menos seis niños muertos en el 2008 y 300.000 enfermos, agregó.

"La adición intencional de melamina a la comida para fortificar el contenido de proteínas es inaceptable a cualquier nivel", sostuvo. "El objetivo de fijar límites es permitir la contaminación natural a través de los usos aprobados", añadió.

Tritscher dijo que el panel de Codex aún no decidió si establecerá un parámetro para la ractopamina, una hormona del crecimiento añadida al alimento de los cerdos que China y la Unión Europea acusaron de insegura, lo que provocó una serie de restricciones comerciales.

China prohibió las importaciones de cerdos de productores estadounidenses porque previsiblemente contenían residuos de ractopamina. El país norteamericano dijo que "está en total desacuerdo con las afirmaciones chinas" y pidió evidencias que justifiquen la medida.

"Las discusiones continúan. Podría ser esta semana", indicó Tritscher. La reunión de Codex termina el viernes.