De Akira, el manga (historieta) y posterior película animada que marcó un hito en la historia del cine, se estaba desarrollando en Hollywood desde hace un tiempo una versión de carne y hueso, por intermedio del estudio Warner y la productora de Leonardo DiCaprio.
Pero ayer se informó que definitivamente Akira no se realizará. En octubre de 2007 se hizo público que ambas productoras se hacían con los derechos de la novela gráfica escrita por Katsuhiro Otomo (quien también dirigió la adaptación animada) para realizar una película de Akira de acción real. Película que contaría con guión de Gary Whitta (The Book of Eli) y Ruairi Robinson, nominado al Oscar en la categoría de mejor cortometraje, como director, según publicó el sitio web Bloody Disgusting, quien explicó que el director no había avanzado nada en el proyecto por lo que este se detenía definitivamente.
Esta no es la primera intentona fallida de llevar a Akira al cine con personajes de carne y hueso. Ya hace algunos años, en 2003, Steven Norrington (Blade, La liga de los hombres extraordinarios) intentó convertir la historia de Otomo en un film de acción real, pero el proyecto finalmente se canceló debido a los altos costos que implicaba.
Estrenada en 1988, Akira fue un hito en el mundo de la animación, amén de una auténtica superproducción para la época con aspiraciones universales. Con un costo de 7 millones de dólares, era una oscura y apocalíptica historia que logró ir más allá de los círculos estrechos del manga, encandilando al millones de espectadores en todo el mundo, que de su mano hicieron su primera incursión en la animación japonesa. Una obra clave de referencia, no solo para el manga, sino para todo el género de la ciencia-ficción.
La historia de Akira nos traslada hasta el año 2019, hasta Neo-Tokyo, una ciudad construida sobre la antigua capital japonesa destruida tras la Tercera Guerra Mundial. Una ciudad opresiva y acuciada por la violencia, las drogas y el terrorismo donde surge el mito de Akira, el poseedor de la energía absoluta que puede traer la esperanza a un mundo desolado.