Al menos 41 personas han muerto y otras 24 permanecen desaparecidas en Filipinas tras el paso de la tormenta tropical Nock-ten por el norte del archipiélago, informaron hoy fuentes oficiales.

Según el Centro Nacional de Prevención de Desastres, en las últimas 24 horas los equipos de rescate recuperaron seis cadáveres en Bicol, al sur de la isla de Luzón, y en las montañas del norte del país, que elevaron la cifra de muertos a 41.

La mayoría de las víctimas han fallecido ahogadas, sepultadas por desprendimientos de tierra, electrocutadas o golpeadas por postes y árboles derribados por el vendaval.

La mayoría de las muertes, además, han sucedido en la provincia de Albay y las demás se han repartido entre Catanduanes, Camarines del Norte, Camarines del Sur Marinduque, Cavite, Quezon, Siquijor, Iloilo y la región de Manila.

También continúan desaparecidas 24 personas, la mayoría pescadores que salieron a faenar pese a las advertencias en las provincias orientales de Masbate, Catanduanes y Albay

Unas 650 mil personas han resultado afectadas por las inundaciones sufridas en diversos puntos de la zona oriental del archipiélago y los múltiples desprendimientos de tierra.

El Nock-ten o "Juaning", como llaman los filipinos a esta depresión tropical, abandonó Filipinas a última hora del jueves tras afectar el archipiélago durante tres días y se adentró en el Mar de China Meridional en dirección a la isla china de Hainan.

Cada año, entre 15 y 20 tifones pasan por Filipinas durante la estación lluviosa, que comienza entre mayo y junio y finaliza en octubre o noviembre.

Los expertos de las agencias internacionales identifican el chabolismo como el principal factor del gran número de víctimas causadas por los desastres naturales que afectan al país y que evidencian el pésimo estado de las infraestructuras.