En dos años, tres grandes movilizaciones ha enfrentado el sistema de salud en Chiloé. La más importante fue en mayo de 2013, cuando en Quellón surgieron masivas protestas culpando al hospital de la ciudad de una supuesta negligencia en la muerte de una paciente.
Dos meses antes de esas movilizaciones, en el Hospital de Ancud se realizaron protestas por el despido de dos médicos, con lo cual se desarmó el equipo que estaba trabajando en el proyecto de normalización del recinto médico. En junio pasado se registraron cortes de ruta luego que el gobierno anunciara que el proceso de licitación del nuevo Hospital de Ancud recién comenzaría en 2018.
Los conflictos llegaron ahora a Castro. A principios de octubre, cinco jefes de servicios médicos y los encargados de la Subdirección Médica y Centro de Atención Cerrada del Hospital Augusto Riffart renunciaron acusando al Servicio de Salud de no enfrentar los problemas del recinto asistencial. La situación llevó a un paro de médicos al que se plegaron enfermeras, matronas y, desde ayer, odontólogos.
"El hospital va para abajo"
Luisa Carreño es una usuaria del Hospital de Castro. Dice estar del lado de los médicos, aunque lamenta que no haya atención. "Para ellos creo que está bien, pero para nosotros es malo, porque mi papá que estaba hospitalizado tuvimos que llevarlo para la casa", señala. Agrega que "ojalá que la gente ayude en esto, porque el hospital va para abajo, no para arriba".
El subsecretario de Salud Pública, Jaime Burrows, dijo que el conflicto obedece a que el Hospital de Castro está inserto en un servicio de salud que es nuevo y por tal motivo adolece de recursos.
Añadió que "el Ministerio de Salud está abriendo la puerta al diálogo y espero que la razón prime y no entremos en un conflicto, porque quien paga las consecuencias es la gente".
Mesa de diálogo
La seremi de Salud, María Eugenia Schnake, explicó el jueves que se había constituido una mesa de diálogo ese mismo día. Sin embargo, Carlos Moreno, vicepresidente del Colegio Médico de la región y vocero del movimiento, afirmó que "la mesa con los estamentos movilizados ni siquiera llegó a constituirse. Nosotros solicitamos como condición previa a su constitución que Paulina Reinoso, directora del Servicio de Salud de Chiloé y a quien consideramos un agente importante en la creación de estos conflictos, no forme parte de la mesa".
De esta manera, confirmó que el paro no se va a deponer mientras no se constituya la mesa de trabajo.
Ayer, en tanto, el consejo general del Colegio Médico entregó su "irrestricto apoyo" a las demandas de los facultativos de Castro, solicitando "al Ministerio de Salud que actúe a la brevedad para resolver este conflicto".