Nico Rosberg se perdió un desafío importante este 2017. El campeón de la temporada 2016 de la Fórmula Uno decidió retirarse y no sabrá de neumáticos gruesos, de nuevos diseños de vehículos, ni si sería capaz de ganar un nuevo título con condiciones desconocidas.

Sí lo experimentará el resto de los pilotos, quienes desde este domingo rodarán en competencia en Melbourne. En los primeros piques clasificatorios fueron los Mercedes los que dominaron, mientras que esta noche se disputaba la clasificación del primer GP.

En Australia debutarán oficialmente los vehículos más anchos, con neumáticos más grandes y, lo más importante, más veloces que nunca en la F1.

Se dice que como nunca los pilotos deberán ser fuertes atletas, pues las máquinas pasarán a mayor velocidad por las curvas y las fuerzas los harán sufrir.

No deberán, tampoco, cuidar tanto los neumáticos, que aunque mantienen sus denominaciones desde el duro al superblando, todos serán más resistentes que antes. Otro motivo para no levantar el pie del acelerador.

En autos con nuevos alerones y el regreso de las "aletas de tiburón", tras ocho años, los pilotos deberán correr con un máximo de cuatro motores por año, ya sin limitadores.

Sí estarán restringidos, aún más que antes, las comunicaciones con pits en las partidas y queda prohibida la asistencia al embrague.

Será el desafío de Lewis Hamilton de mantener la hegemonía de Mercedes.